General Mills es uno de esos conglomerados cuyo nombre es menos conocido que las marcas que posee. Tanto que suscita reacciones como "en serio, ¿son los dueños de eso?". Helados Haagen-Dazs, productos tex-mex Old El Paso, bebidas lácteas Yoplait y cereales Cookie Crisp. Y no olvidemos Green Giant, la marca que quizá le recuerde a su jingle. Es sinónimo de verduras y maíz, y muchos padres han recurrido a su famoso personaje publicitario para persuadir a sus hijos de que se terminen el plato de guisantes.

Algunas de las marcas más conocidas del grupo 

Aunque se trata de una empresa multinacional, Norteamérica es el patio de recreo favorito de la empresa. Las ventas de alimentos al por menor en la región representan el 61% de los ingresos y las ventas a restaurantes y cadenas de restaurantes el 10%. El negocio internacional de alimentación representa el 17% de los ingresos. El 12% restante lo genera la división de alimentos para mascotas. Este último negocio es el que ha ayudado a la recuperación del grupo: hasta 2018, sus resultados estaban en paulatino declive. General Mills ha puesto sus ojos en Blue Buffalo, una marca de comida para mascotas adquirida por 8.000 millones de dólares. Esta diversificación es similar a la que ha hecho su rival Nestlé con Purina o Nespresso. Como consecuencia directa, en 2019, las ventas pasarán de 15.700 millones de dólares a 16.900 millones tras seis años de declive y estancamiento.

La marca Blue Buffalo, adquirida en 2018 y con unas ventas de más de 1.000 millones de dólares, es una de las principales operaciones del grupo (fuente: Blue Buffalo)

Desde la adquisición de Blue Buffalo, General Mills ha experimentado un auténtico renacimiento. La crisis se ha superado y el crecimiento está -por fin- de vuelta. Entre 2018 y 2022, la facturación pasará de 15.700 millones de dólares a 18.900 millones. La rentabilidad también está aumentando, alcanzando un nivel récord del 14,3% al final del último ejercicio. En este contexto, cabe destacar la buena marcha de la acción desde el inicio de la recuperación en 2018, donde pasó de 37 euros en su punto más bajo a casi 90 euros en la actualidad. Cabe destacar que la compañía realiza muy pocas recompras de acciones, a pesar de que su modelo genera un importante flujo de caja libre. En el periodo comprendido entre 2013 y 2022, los beneficios en efectivo ascienden a 22.500 millones de dólares. No obstante, la empresa paga un dividendo creciente a lo largo del periodo, de 1,32 $ por acción en 2013 a 2,04 $ por acción el año pasado.

Evolución de la cotización de General Mills

El mercado de la alimentación, aunque muy competitivo, está dominado por un pequeño número de operadores que poseen muchas de las marcas distribuidas en los supermercados. Como muestra el cuadro siguiente, la valoración de los operadores es muy similar, con las estadounidenses Kellogg's y Danone ligeramente por debajo de las demás debido a sus menores márgenes. Nestlé, número uno mundial del sector, sigue por delante dada su condición de potencia. Mondelez también lo está haciendo muy bien, con los mejores márgenes del mercado, a pesar de ser tres veces más pequeña que Nestlé. En definitiva, el mercado está muy concentrado y los actores han comprendido el interés de diversificar sus actividades.

Comparación de General Mills con sus principales competidores para el año 2023 

Fuente: MarketScreener

General Mills ha tomado decisiones estratégicas audaces que le permiten ser uno de los actores más rentables del sector. La empresa registró un aumento de los ingresos del 13% en el tercer trimestre de su ejercicio, lo que refleja el continuo dinamismo de la actividad desde 2018. Por último, aunque no presenta grandes riesgos a corto plazo -se han elevado los objetivos anuales, con un objetivo de crecimiento del 8% al 9% de los beneficios ajustados por acción-, se vigilará el nivel de endeudamiento de la empresa, ya que está por encima del estándar del mercado.