Como demuestra la caída de la cotización unos días antes de la publicación, el mercado se preparaba sin duda para el final de una secuencia excepcional, que todo el sector - con la excepción de Scor, todavía lastrada por la terrible herencia dejada por Denis Kessler - estaba atravesando con la excepción de Scor, todavía lastrada por el terrible legado dejado por Denis Kessler- ha estado cosechando todos los beneficios desde el final de la pandemia.
Con una estructura de costes fijos idéntica, este crecimiento se debe en gran parte a los importantes aumentos de precios logrados en el pasado en un entorno inflacionista. Tras recalentarse, estos aumentos tienden ahora a estabilizarse, aunque se mantienen en terreno positivo, con Hannover registrando una subida del +1,3% en los tres últimos meses.
Gracias a su reputación de gestión meticulosa y a una siniestralidad especialmente favorable - con ratios combinados aún muy por debajo de su media histórica - Hannover ha vuelto a batir las previsiones: Impulsados por el segmento de P&C, los ingresos y los beneficios aumentaron - el beneficio neto un 21% - en comparación con el primer semestre del año anterior, que ya fue excepcional.
No cabe duda de que la rentabilidad de los fondos propios (ROE) se mantiene en máximos históricos - un 22% en el primer semestre - y por encima de su media. En comparación con los dos gigantes Munich Re y Swiss Re, como escribimos a principios de año, Hannover se ha distinguido por su expansión más rápida y sus resultados financieros, que no sólo son superiores sino también más constantes.
Esto no ha pasado desapercibido, y desde hace algún tiempo disfruta de una clara prima de valoración sobre ellas. En este sentido, es notable que la reciente mejora de la rentabilidad en Swiss y Munich no haya repercutido en sus valoraciones. En Hannover, los inversores están premiando los resultados de crecimiento y las ganancias de cuota de mercado.
No obstante, con un valor de los fondos propios de x2,5 y una rentabilidad por dividendo mucho más modesta que la de sus homólogas, MarketScreener advierte de que los niveles actuales de rentabilidad y valoración parecen difíciles de mantener, especialmente tras un primer semestre de 2024 inusualmente bueno en términos de siniestralidad.