HONG KONG, 23 dic (Reuters) - El fabricante de chips estadounidense Intel se disculpó el jueves ante sus clientes, socios y la población china después de que una carta en la que pedía a sus proveedores que no se abastecieran de productos o mano de obra de la región occidental de Xinjiang provocara protestas.

Intel emitió recientemente una carta anual a los proveedores, fechada en diciembre, en la que se les "pedía que se aseguraran de que su cadena de suministro no utilizara mano de obra ni se abasteciera de bienes o servicios de la región de Xinjiang", a raíz de las restricciones impuestas por "múltiples Gobiernos".

Esta carta, publicada en el sitio web de la empresa y en varios idiomas, suscitó críticas en China desde los medios de comunicación estatales y sociales, con llamamientos al boicot.

En su declaración en chino del jueves en sus cuentas oficiales de WeChat y Weibo, Intel dijo que su compromiso de evitar las cadenas de suministro de Xinjiang era una expresión de cumplimiento de la ley estadounidense, y no una declaración de su posición sobre el tema.

"Pedimos disculpas por las molestias causadas a nuestros respetados clientes chinos, a nuestros socios y a la población. Intel se compromete a convertirse en un socio tecnológico de confianza y a acelerar el desarrollo conjunto con China", dijo Intel.

Intel no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de Reuters.

La empresa se suma así a otras multinacionales que se ven sometidas a la presión de tener que cumplir con las sanciones relacionadas con Xinjiang y, al mismo tiempo, seguir operando en China, un mercado masivo y una base de suministros.

Expertos de la ONU y grupos de derechos humanos estiman que más de un millón de personas, principalmente uigures y miembros de otras minorías musulmanas, han sido detenidas en los últimos años en un sistema de campos en Xinjiang. China niega los abusos en Xinjiang y afirma que sus políticas allí ayudan a combatir el extremismo.

(Reporte de Eduardo Baptista; edición de Christian Schmollinger, Gerry Doyle y Tony Munroe, traducido por Tomás Cobos)