La robusta actividad de EQT en Japón pone a la tercera economía del mundo en el punto de mira del capital privado en un momento en el que el aumento de los costes de los préstamos ha suprimido las compras en Estados Unidos y Europa tras un 2021 récord. También subraya el creciente ritmo de las escisiones de activos por parte de los grandes nombres de Japan Inc.

"El flujo de acuerdos en este momento ha sido tan alto como el año pasado, cuando los mercados (de capital privado) alcanzaron máximos históricos", dijo a Reuters en una entrevista Tetsuro Onitsuka, socio con sede en Tokio del equipo de capital privado de EQT en Asia.

EQT acaba de cerrar un acuerdo de 6.700 millones de dólares para comprar Baring Private Equity Asia (BPEA), con sede en Hong Kong, combinando los negocios de capital privado de las dos firmas en Asia para su expansión global. El equipo fusionado, BPEA EQT, cuenta con 15 miembros en Japón.

BPEA ha realizado anteriormente importantes operaciones en Japón, incluida la compra de la empresa tecnológica Pioneer Corp. EQT, que no entró en el mercado japonés hasta el año pasado, mantendrá su asociación separada con Japan Industrial Partners, uno de los ofertantes para la compra de Toshiba Corp.

Takanobu Hara, también socio de BPEA EQT con sede en Tokio, dijo en la misma entrevista que las escisiones de conglomerados japoneses y las compras de empresas dirigidas por sus fundadores siguen representando una gran parte de sus operaciones.

En los últimos años, Japón ha sido testigo de una oleada de ventas de activos no esenciales por parte de conglomerados como Hitachi Ltd y Panasonic Holdings Corp, pero Hara afirmó que se avecinan más.

"La primera oleada de escisiones se centró principalmente en entidades que operan de forma independiente dentro de un grupo, como las filiales que cotizan en bolsa", dijo Hara. "Ahora estamos viendo un número creciente de escisiones 'reales', en el sentido de que los conglomerados están esculpiendo divisiones empresariales desde dentro".

Onitsuka añadió que la situación de financiación relativamente sólida de Japón, gracias al saludable apetito de los bancos nacionales por financiar compras, ha ayudado a mantener el flujo de acuerdos de capital privado.

Onitsuka y Hara declinaron hacer comentarios sobre la puja por Toshiba.

(1 dólar = 1,0158 euros)