Si jugar a ponerse al día con Tesla es lo que hace todo el mundo en la industria del automóvil, entonces Stellantis, la empresa formada a partir de la fusión de Fiat Chrysler y Peugeot, ha tenido un buen comienzo: sus acciones han superado con creces a su rival estadounidense en su año inaugural.

Pero ésta es sólo la primera vuelta.

El arreglo de su negocio en China y el exceso de capacidad en Europa son sólo dos áreas en las que los analistas quieren ver los progresos de Stellantis cuando el consejero delegado, Carlos Tavares, desvele su plan de negocio detallado el 1 de marzo.

Después de todo, a pesar de que sus acciones han subido más de un 60% desde su debut el 18 de enero de 2021 -en comparación con el 27% de Tesla-, el valor de mercado de Stellantis, de 59.000 millones de euros (67.000 millones de dólares), sigue siendo sólo el 6% del de su rival estadounidense.

Sin embargo, un primer año fuerte es un buen augurio, ya que los analistas de Jefferies afirman que Tavares ha demostrado visión y ambición con una "corriente sostenida de iniciativas estratégicas".

Desde que forjó el cuarto fabricante de automóviles del mundo por producción, Tavares ha trazado una estrategia de electrificación de 30.000 millones de euros, y ha formado alianzas con Amazon y el ensamblador de iPhone Foxconn para acelerar el desarrollo de software y semiconductores para los futuros vehículos conectados.

También ha elaborado planes para cinco plantas de baterías y ha llegado a acuerdos con los sindicatos para seguir racionalizando sus operaciones europeas, evitando posibles conflictos laborales y elevando el margen de beneficio operativo de la empresa a cerca del 10%.

Excluyendo a Faurecia, antiguo fabricante de piezas controlado por Peugeot, la plantilla de Stellantis se mantuvo casi sin cambios en el último año, en torno a los 300.000 trabajadores, cumpliendo la promesa de Tavares de no recortar puestos de trabajo ni cerrar plantas tras la fusión.

Todo ello a pesar de enfrentarse a una crisis de semiconductores y de la cadena de suministro que costó a los fabricantes de automóviles de todo el mundo millones de vehículos en pérdidas de producción el año pasado y que no se espera que disminuya rápidamente.

Marco Santino, socio de la consultora de gestión Oliver Wyman, dijo que Tavares estaba haciendo honor a su reputación de hombre práctico que evita un enfoque "musculoso" con los sindicatos y que las líneas maestras de su estrategia estaban establecidas.

"El camino ya está trazado, hay que consolidarlo", dijo. "No espero fuegos artificiales de su plan de negocio".

RETOS

Pero muchos dicen que se necesitan acciones más audaces.

Los analistas de Jefferies, por ejemplo, dicen que las 14 marcas de Stellantis -incluyendo Jeep, Ram, Citroën, Opel y Maserati- caminan por "una fina línea entre la diferenciación y la competencia interna."

Todo ello en un momento en el que Tesla lidera la transición de la industria hacia un futuro eléctrico e impulsado por el software con una única marca y una estrategia muy centrada.

Tavares ha dicho que todos los aspectos del grupo están bajo el microscopio, incluidas sus marcas, algunas de las cuales los analistas han sugerido que podrían ser eliminadas para ahorrar dinero.

"Por el momento, las amamos a todas y no puedes matar lo que amas", dijo el año pasado el directivo de 63 años.

"Cuando las amas, les das una oportunidad", dijo, añadiendo que a cada marca se le daría 10 años para demostrar que es rentable.

A medida que el grupo entra en su segundo año, otro reto a largo plazo es reavivar su suerte en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, donde Fiat Chrysler y PSA, propietaria de Peugeot, tenían cuotas de mercado casi insignificantes.

"Ahora estamos negociando y cambiando muchas cosas en el núcleo", ha dicho Tavares sobre sus planes para China, sin dar detalles.

Los analistas de Jefferies dijeron que la empresa podría tratar de aprovechar sus fuertes marcas Jeep y Maserati allí. También podría considerar el uso de China como base de exportación al resto de Asia, o profundizar en sus vínculos con Foxconn más allá de su actual empresa conjunta, dijeron.

"Por suerte para Tavares, tiene tiempo", dijo Santino, de Oliver Wyman. "El foco de los inversores está en el cambio de rumbo de Europa en este momento. Y en eso está cumpliendo".

(1 dólar = 0,8775 euros)