Meses después de que las turbulencias pusieran de manifiesto las deficiencias en la supervisión de la LME, el contrato del níquel sigue roto. Los volúmenes y la liquidez se desploman, dejando a la industria del níquel sin un precio de referencia mundial.

La preocupación por los suministros del principal productor, Rusia, después de que invadiera Ucrania, y el recorte de grandes posiciones cortas, o apuestas a la baja de los precios del níquel, culminaron el 8 de marzo en un comercio desordenado que vio duplicarse los precios por encima de los 100.000 dólares la tonelada en cuestión de horas.

El foro de metales más grande y antiguo del mundo anuló ese día todas las operaciones con níquel, por lo que se enfrenta a acciones legales, y suspendió el mercado por primera vez desde 1988.

Nombró a la consultora de gestión Oliver Wyman para llevar a cabo una revisión de la debacle del comercio de níquel el pasado mes de junio.

"La LME ya ha tomado medidas para reforzar la resistencia del mercado desde marzo de 2022, como la implantación de límites diarios de precios y la notificación (extrabursátil) de posiciones para todo el metal entregado físicamente", dijo la bolsa en un comunicado.

Parte del problema es que sólo alrededor del 21% de la producción mundial, o 650.000 toneladas, puede entregarse contra el contrato de níquel de la LME.

El arrabio de níquel que no puede entregarse contra el contrato de la LME representa alrededor del 50% de los suministros mundiales, estimados en unos tres millones de toneladas el año pasado.

"El Comité de Níquel de la LME seguirá estudiando si algún cambio en el contrato de níquel de la LME... puede ser beneficioso para el mercado", dijo la LME.

La bolsa dijo que espera anunciar pronto el regreso del comercio asiático de níquel, que se interrumpió en marzo del año pasado, lo que espera que ayude a impulsar la liquidez en el mercado.

Las recomendaciones incluyen la ampliación de las funciones de riesgo y control de la LME para identificar y prevenir las distorsiones del mercado, la supervisión de los riesgos significativos en el mercado extrabursátil (OTC) y el endurecimiento de las normas y los procesos de aplicación.

El informe también recomienda mejoras en la preparación operativa para gestionar acontecimientos extremos y controles más estrictos de la volatilidad de los precios.

La LME ya ha impuesto límites de precios diarios e informes sobre posiciones OTC para todos los metales entregados físicamente.