Enterrados bajo la deuda en mercados pequeños y muy competitivos, los operadores de telecomunicaciones europeos llevan años hablando de consolidación, pero desconfiaban del escrutinio de los reguladores, que han adoptado una línea dura ante cualquier movimiento que reduzca la competencia.

Sin embargo, la pandemia ha subrayado la importancia de las redes de telecomunicaciones, y es posible que los reguladores se hayan vuelto más comprensivos con los operadores de telefonía móvil que intentan recortar la deuda mediante fusiones e invertir en nuevos servicios 5G, dicen los analistas del sector.

"Es una verdadera prueba de fuego para el sector que podría abrir las puertas a otras oportunidades", dijo el analista de CCS Insight Kester Mann. "Va a ser observado de cerca por otros operadores".

La aprobación podría allanar el camino para acuerdos similares en Gran Bretaña, Francia, Italia y Portugal que reducirían el número de operadores en el mercado a tres de cuatro, según los analistas.

La unión de Orange y MasMovil, entre el segundo y el cuarto operador de telecomunicaciones de España, es el primer gran acuerdo desde que la Comisión Europea bloqueara en 2016 la compra por parte de CK Hutchison de O2, la unidad de móviles británica de Telefónica, por valor de 12.600 millones de dólares.

Desde entonces, los acuerdos de telecomunicaciones en Europa se han centrado en añadir abonados o capacidad sin cambiar el panorama competitivo. Pero la fusión española es lo suficientemente grande como para enfrentarse a una investigación a gran escala, de cuatro meses de duración, por parte de la Comisión tras una revisión preliminar, según dijeron a Reuters fuentes del sector.

La Comisión no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

A los reguladores les preocupa que las fusiones puedan dar lugar a precios más altos, menos opciones y una reducción de la calidad para los consumidores, sobre todo si dos actores unen sus fuerzas en un mercado.

MasMovil no tiene una gran red de móviles en España y confía en que las exigencias de los reguladores como condición para aprobar la operación no sean demasiado onerosas, según fuentes directamente implicadas en el proceso.

Orange tratará de contrarrestar las posibles preocupaciones de los reguladores señalando el despliegue de la fibra en España y la expansión de las empresas de móviles en áreas como la banda ancha como prueba de la fuerte competencia en el país, dijo una persona familiarizada con el asunto.

Las empresas pretenden sacar a bolsa el negocio combinado en tres o cuatro años, tras cerrar el acuerdo la segunda mitad de 2023.

CUATRO SE CONVIERTEN EN TRES

En Europa, muchos países tienen cuatro operadores de telecomunicaciones que se disputan la cuota en mercados pequeños, lo que suele equivaler a precios más bajos para los consumidores pero menos beneficios para las empresas, según los analistas.

En cambio, Estados Unidos está dominado por tres operadores principales: AT&T, Verizon y T-Mobile. Eso puede dar lugar a precios más altos para los clientes y mayores beneficios para las empresas.

Vodafone, Orange, Telefónica y Deutsche Telekom son los mayores operadores de telecomunicaciones europeos y están presentes en varios países.

Cualquier acuerdo que reduzca la competencia en los países europeos de cuatro a tres operadores beneficiaría probablemente a sus negocios a largo plazo al permitirles subir los precios, según los analistas.

Vodafone, partidaria de la consolidación, está al parecer en conversaciones con la red Three de Hutchison en Gran Bretaña.

El jefe de Vodafone, Nick Read, declinó el lunes hacer comentarios sobre cualquier posible acuerdo, pero reiteró que había espacio para la consolidación en Gran Bretaña.