La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo el martes al primer ministro de Corea del Sur que Washington trabajará para responder a las preocupaciones de Seúl sobre las subvenciones a los vehículos eléctricos (VE) recientemente promulgadas, que podrían perjudicar a los fabricantes de automóviles asiáticos.

El proyecto de ley de 430.000 millones de dólares "Ley de Reducción de la Inflación", promulgado en agosto, incluye una serie de prioridades del presidente estadounidense Joe Biden, entre las que se incluyen inversiones para hacer retroceder el cambio climático y convertir a Washington en un líder mundial en el mercado de los vehículos eléctricos.

Entre las disposiciones de la ley se encuentra el requisito de que los VE se ensamblen en Norteamérica para poder optar a los créditos fiscales. La ley también pone fin a las subvenciones para otros modelos de VE y exige que un porcentaje de los minerales críticos utilizados en las baterías de esos coches proceda de Estados Unidos o de un socio estadounidense de libre comercio.

Harris, de visita en Japón, se reunió con Han Duck-soo, de Corea del Sur, y "subrayó que entendía las preocupaciones (coreanas) respecto a los incentivos fiscales de la ley para los vehículos eléctricos, y se comprometieron a seguir consultando a medida que se aplica la ley", dijo la Casa Blanca.

Un alto funcionario de la administración Biden dijo que ya se han mantenido amplias conversaciones dentro del gobierno estadounidense sobre cómo abordar las preocupaciones de Corea del Sur.

"Ella escuchó con mucha atención y dejó claro nuestro compromiso de trabajar dentro del gobierno de Estados Unidos -el Representante de Comercio de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro- mientras buscamos... ayudar a abordar esa cuestión", dijo el funcionario.

Biden ha tratado de profundizar en los negocios con Corea del Sur como parte de un intento de aumentar los puestos de trabajo en la industria manufacturera estadounidense y construir un frente unido contra China, a la que considera el principal competidor ideológico y económico del país.

Los funcionarios coreanos ven los nuevos requisitos como una traición después de que las empresas surcoreanas acordaran realizar importantes inversiones y construir fábricas en Estados Unidos.

A Corea del Sur, fuertemente industrializada, le preocupa que las nuevas subvenciones supongan un retroceso para Hyundai Motor Co y su filial Kia Corp en el mayor mercado de consumo del mundo. Los coches son la tercera mayor exportación de Corea del Sur. (Reportaje de Trevor Hunnicutt en Tokio, y de Soo-hyang Choi y Joyce Lee en Seúl; edición de Clarence Fernandez y Kim Coghill)