El jefe del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, lamenta una visión "apocalíptica" del mundo, al afirmar que la política monetaria se enfrenta a su mayor prueba en 25 años, con una inflación creciente exacerbada por la guerra en Ucrania y los bloqueos de China.

El jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, que advirtió la semana pasada que domar la inflación "incluirá algo de dolor", y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, hablarán más tarde el martes.

No es de extrañar que los mercados sean tan volátiles: oscilando en un sentido un minuto por la opinión de que la creciente inflación traerá consigo agresivas subidas de tipos en las principales economías, para oscilar en el sentido contrario al siguiente por el temor de que todo esto aumente inevitablemente los riesgos de recesión.

Una fuerte insinuación del banco central de Australia de que se producirá otra subida de tipos en junio está haciendo subir el dólar australiano hoy.

Pero en general, es ese creciente temor al riesgo de recesión -acentuado por los sombríos datos de China del lunes- el que prevalece. Los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años han bajado casi 30 puntos básicos desde los máximos de 3 años y medio alcanzados hace poco más de una semana.

Por ahora, los mercados de valores se mantienen estables. Sin embargo, las cifras del PIB del primer trimestre de la zona euro, las ventas minoristas de EE.UU. y los datos de producción industrial suponen más tarde una nueva prueba para el frágil sentimiento.

Los economistas encuestados por Reuters pronostican que las ventas minoristas subieron un 0,9% en abril, frente a la ganancia del 0,5% del mes anterior.

Los datos que se publicaron a primera hora del martes muestran que la tasa de desempleo británica cayó a su nivel más bajo desde 1974, con un 3,7%, en los tres primeros meses de este año, lo que podría reconfortar a los responsables políticos.

Por último, mientras el sentimiento se aleja del riesgo, los precios de las materias primas siguen subiendo: los futuros del trigo y otros bienes agrícolas se dispararon el lunes. Sin duda, no faltan fuentes de angustia en este momento.

Las ventas minoristas de EE.UU.