Por Christoph Steitz y Tom Käckenhoff

Thyssenkrupp Uhde, que cuenta con unos 5.000 empleados, proyecta y construye fábricas de fertilizantes, petroquímicas, de coque y de polímeros, pero quiere centrar su negocio en torno a las instalaciones para la producción de amoníaco, que está adquiriendo mayor relevancia como portador de hidrógeno verde.

"El año pasado recibimos pedidos por valor de 2.000 millones de euros. Fue un récord", declaró a Reuters Cord Landsmann, director general de Uhde. "Ahí es también donde deberían situarse nuestras ventas a medio plazo. De momento, siguen rondando los 1.000 millones".

Landsmann, antiguo ejecutivo de las empresas energéticas E.ON y Uniper, quiere elevar la cuota de pedidos relacionados con las tecnologías limpias, incluida la producción de amoníaco verde y azul, a más del 90%, frente al tercio actual.

El amoníaco, un ingrediente clave de los fertilizantes que puede dividirse en hidrógeno y nitrógeno, ya se envía en grandes volúmenes a nivel mundial y es más barato de licuar y transportar que el hidrógeno.

Europa, sobre todo Alemania, está deseando construir una cadena de valor del hidrógeno, en medio de una interrupción del suministro de gas ruso barato que ha echado por tierra los esfuerzos de Alemania por mantener la competitividad de la industria.

"La transformación de la industria y el tema de la sostenibilidad es también una cuestión central para la empresa matriz Thyssenkrupp. Por ello, para lograr un crecimiento más rápido, también estamos abiertos a asociaciones y copropiedades", afirmó Landsmann.

Uhde forma parte del segmento Multi-Tracks de Thyssenkrupp, que incluye negocios que la empresa no necesariamente quiere poseer en su totalidad, como Nucera, la empresa conjunta de hidrógeno con la italiana De Nora que podría cotizar en bolsa en algún momento.

En el área de ingeniería de plantas, entre los competidores de Uhde se encuentran Technip Energies BV, Bechtel Corp y Fluor Corp.

(1 dólar = 0,9258 euros)