DUBLÍN, 20 ene (Reuters) - Un combustible más ecológico es la única forma de que las aerolíneas cumplan los estrictos objetivos mundiales de emisiones de carbono, según han acordado los ejecutivos reunidos esta semana en Dublín, pero hay poco consenso sobre quién debe pagar la cuantiosa factura necesaria para aumentar la producción.

El combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), que utiliza materias primas como el aceite de cocina para reducir las emisiones hasta en un 80% respecto al combustible convencional, se considera el salvador en términos de emisiones de carbono para un sector de la aviación a menudo tachado de villano en la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, esta industria naciente representa menos del 1% del combustible utilizado y cuesta entre tres y cinco veces más que el combustible tradicional para aviones.

Esto ha suscitado un debate sobre si los Gobiernos, las aerolíneas o los productores de petróleo --o una combinación de los tres-- deberían financiar la expansión de la producción necesaria para alcanzar el objetivo propuesto por la Unión Europea del 20% de aquí a 2035.

Aengus Kelly, consejero delegado del gigante de arrendamiento AerCap, afirmó que la única opción era el SAF, pero hizo referencia a una estimación según la cual la transición podría requerir una inversión de 1,5 billones de dólares en 30 años.

"Es un coste extraordinario", dijo en la conferencia Airline Economics, uno de los dos eventos anuales que reúnen a los mayores propietarios de aeronaves del mundo.

"El Estado no lo hará todo. Eso no va a ocurrir".

Willie Walsh, director de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), declaró que las compañías aéreas no deben esperar que los productores tradicionales de petróleo satisfagan las necesidades del sector.

"Tiene que haber un mayor reparto de la carga para garantizar que la industria, todo el mundo puede llegar al cero neto", dijo.

Muchas compañías aéreas afirman que menos del 5% de sus clientes financian compensaciones de carbono o recargos por combustible ecológico.

Muchos se quejan de que es inútil actuar hasta que los grandes mercados emergentes emisores, como China e India, acepten poner de su parte, según un ejecutivo.

ACELERACIÓN

Algunas compañías aéreas pidieron a la UE que haga más para ponerse a la altura de Estados Unidos, donde la Ley de Reducción de la Inflación está estimulando el gasto.

La propietaria de British Airways, IAG, realizó sus primeras inversiones importantes en combustible ecológico en Estados Unidos, incluido el compromiso de comprar 220.000 toneladas a una biorrefinería de Misisipi en 2021, porque la normativa estadounidense es "mucho más coherente", afirmó Leigh Hudson, responsable de combustibles sostenibles y carbono de IAG.

Con el apoyo regulatorio adecuado, podrían construirse 30 plantas de combustible ecológico en toda Europa en los próximos ocho años, afirmó en una declaración enviada por correo electrónico.

Ryanair acordó en diciembre comprar su combustible ecológico a Shell en un primer paso hacia su objetivo de alimentar el 12,5% de sus vuelos con este combustible de aquí a 2030.

Aunque es demasiado pronto para saber hasta qué punto son realistas los objetivos para 2030, alcanzar el 2% en 2026 era un primer paso vital, según su director de sostenibilidad, Thomas Fowler.

"Si superan el primer 2%, entonces nos haremos una buena idea", declaró a Reuters.

(Información adicional de Tim Hepher y Tommy Reggiori Wilkes; editado en español por Flora Gómez)