22 feb (Reuters) - Las lluvias de piezas de motores a reacción sobre zonas habitadas a ambos lados del Atlántico han llamado la atención de los reguladores y han provocado la suspensión del servicio de algunos aviones Boeing más antiguos.

Los incidentes ocurridos el sábado a un 777 de United Airlines en Denver y a un avión de carga 747 de Longtail Aviation en Países Bajos han puesto al fabricante de motores Pratt & Whitney en la mira, aunque todavía no hay indicios de que las causas estén relacionadas.

Pratt & Whitney, propiedad de Raytheon , dijo que estaba coordinando con los reguladores la revisión de los protocolos de inspección.

Tras el fallo del motor en Colorado, cuando el vuelo 328 de United dejó caer restos en un suburbio del norte de Denver antes de aterrizar sin problemas, Boeing recomendó la suspensión de los 777 con la misma turbina PW4000, Japón la hizo obligatoria, lo mismo que Reino Unido.

La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (AESA) intervino el lunes, solicitando más información sobre los motores Pratt a la luz de ambos incidentes. Una mujer sufrió heridas leves en el de los Países Bajos, que dispersó las palas de la turbina en la ciudad de Meerssen. Una de ellas se encontró incrustada en el techo de un automóvil.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha declarado que pronto emitirá una directiva de aeronavegabilidad de emergencia.

Ambos incidentes afectan al tipo de motor PW4000 que equipa a un número relativamente pequeño de aviones antiguos, algunos de ellos inmovilizados por la pandemia, lo que limita las posibles repercusiones.

No obstante, suponen un nuevo dolor de cabeza para Boeing, que se recupera de la crisis mucho más grave del 737-MAX, en la que su avión insignia de fuselaje estrecho quedó inmovilizado tras dos accidentes mortales.

"Sin duda, esta es una situación desagradable tanto para Boeing como para Pratt, pero de vez en cuando surgen problemas con los aviones y los motores", dijo Greg Waldron, editor jefe de la publicación del sector Flight Global.

"El 777-200 con motor PW4000 está desapareciendo poco a poco del servicio", sostuvo, y la caída del COVID-19 significa que las aerolíneas que se vean obligadas a suspenderlo "deberían ser capaces de llenar cualquier vacío en la red" con 787 u otros 777 equipados con motores de General Electric.

Los 777-200 y 777-300 afectados son modelos más antiguos y menos eficientes en cuanto a consumo de combustible que siguen volando cinco aerolíneas: United; Japan Airlines; ANA Holdings Inc; Asiana Airlines Inc y Korean Air. La mayoría están en proceso de retirada.

Boeing dijo que 69 de los 777 que operan en todo el mundo con PW4000 han estado en servicio recientemente, con otros 59 en almacenes. Los motores Pratt & Whitney impulsan menos del 10% de la flota de 777 entregada, que cuenta con más de 1.600 aviones.

(Información de Jamie Freed en Sydney y David Shepardson en Washington; información adicional de Eimi Yamamitsu y Maki Shiraki en Tokio, Joyce Lee en Seúl y Tim Hepher en París; Editado en español por Michael Susin y Javier López de Lérida)