La negociación con dinero prestado, o negociación con margen, en el mercado bursátil japonés cayó bruscamente la semana pasada, ya que los inversores se vieron obligados a deshacerse de las acciones durante la mayor caída del índice Nikkei en casi 40 años.

SIGUIENDO LOS NÚMEROS

La negociación con margen, que consiste en utilizar dinero prestado de las casas de bolsa para aumentar las apuestas en el mercado bursátil, es popular entre los inversores minoristas japoneses.

Las operaciones con margen representan alrededor del 70% del valor de las operaciones minoristas, según muestran los datos de la bolsa.

El valor de las acciones compradas al margen cayó en 907.000 millones de yenes (6.150 millones de dólares) hasta los 4 billones de yenes en la semana finalizada el 9 de agosto, frente a los 4,87 billones de yenes de la semana anterior, según Japan Exchange Group, que gestiona la Bolsa de Tokio.

El importe alcanzó un máximo histórico de 4,98 billones de yenes en la semana del 26 de julio.

El Nikkei se desplomó un 12,4% el 5 de agosto en la mayor caída del mercado en un solo día desde el desplome del Lunes Negro de 1987 y rebotó un 10% al día siguiente. El índice cayó hasta un 27% desde su máximo de julio por encima de los 42.000 hasta el 5 de agosto.

Desde entonces se ha recuperado y ahora cotiza en torno a los 36.721 a primera hora del jueves.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

La brusca caída de las acciones compradas con margen sugiere que los operadores minoristas apalancados -responsables de alrededor del 20% del valor de las operaciones de corretaje en Japón- se quemaron en esa semana y es probable que se muestren tímidos a la hora de volver durante un tiempo.

El comercio con margen ayuda a los inversores a ampliar sus volúmenes de negociación, pero infla las pérdidas cuando el mercado está a la baja al obligar a los inversores a deshacerse de las acciones.

Los estrategas dijeron que la caída del Nikkei el pasado lunes se vio exacerbada por esas llamadas al margen. (1 $ = 146,8300 yenes) (1 $ = 147,5000 yenes) (Reportaje de Junko Fujita; Edición de Michael Perry)