CHICAGO, 21 sep (Reuters) - Brasil necesita un programa gubernamental obligatorio para rastrear el ganado que se cría para la producción de carne de vacuno con el fin de evitar la deforestación, dijo el jueves el presidente de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS SA.

La ganadería, junto con la roturación de tierras para vender madera o cultivar, está provocando la deforestación de la selva amazónica. La destrucción de la selva, que sirve de reserva de carbono, pone en peligro los objetivos mundiales contra el cambio climático.

"La única solución para esta deforestación en Brasil es contar con un sistema nacional de trazabilidad obligatorio", dijo Gilberto Tomazoni, presidente ejecutivo de JBS, en la retransmisión por internet de un panel del New York Times sobre el cambio climático.

"Así podremos rastrear individuo por individuo a los animales. Hasta ahora no tenemos un programa nacional de trazabilidad".

Brasil es el mayor exportador de carne de vacuno del mundo. La industria cárnica del país culpa a los criminales de la mayor parte de la deforestación.

JBS ha dicho que rastrea a sus proveedores directos de ganado con "geovigilancia por satélite" y a sus proveedores indirectos con tecnología blockchain para evitar la deforestación en su cadena de suministro.

Pero los ecologistas rechazan los planes de la empresa de cotizar en la bolsa en Nueva York por su impacto en la deforestación, el cambio climático y otras cuestiones.

El grupo activista Global Witness señaló que por cada 1.000 dólares invertidos en JBS desde 2010, se ha destruido alrededor de un campo de fútbol en Brasil vinculado a su cadena de suministro.

JBS ha mencionado que su propuesta de cotización "mejoraría el gobierno corporativo y la transparencia mediante la adhesión a las normas de la SEC". A partir de enero de 2026, solo los productores registrados en su herramienta blockchain podrán seguir haciendo negocios con JBS, señaló.

El año pasado, una auditoría realizada por fiscales brasileños detectó que casi el 17% del ganado comprado por JBS en el estado de Pará, en la selva amazónica, entre julio de 2019 y junio de 2020, procedía supuestamente de ranchos con "irregularidades" como la deforestación ilegal.

En ese momento la compañía dijo que los problemas que llevaron a las compras se habían solucionado.

(Reporte de Tom Polansek. Editado en español por Sofía Díaz Pineda)