J.P. Morgan presenta una visión optimista de la economía estadounidense en 2024, anticipando una ralentización del crecimiento más que una recesión. Los estrategas del banco sitúan la probabilidad de una recesión profunda en el 25%. Prevén una ralentización del crecimiento en el primer semestre de 2024, seguida de una recuperación en el segundo semestre.

Se observan signos de mejora en la lucha contra la inflación, especialmente con la reducción de la diferencia entre las ofertas de empleo y el número de parados, así como una ralentización del crecimiento salarial por debajo del 5%. Estos indicadores sugieren que la Reserva Federal avanza en su misión de reducir la inflación. Los estrategas de J.P. Morgan prevén una posible bajada de los tipos de interés por parte de la Fed en el segundo semestre de 2024, en respuesta a una normalización de la inflación y no a una recesión, lo que sugiere un ciclo de bajada de tipos más lento que en crisis anteriores.

A escala mundial, tras las subidas de tipos de los bancos centrales, la inflación ha caído de un máximo cercano al 10% a menos del 5%. Aunque persisten los riesgos geopolíticos y los precios de la energía, los estrategas ven más factores que contribuyen a una menor inflación que presiones alcistas.

La inteligencia artificial podría impulsar la productividad en sectores clave, y los gobiernos están fomentando la inversión en seguridad nacional, transición energética, semiconductores, infraestructuras y cadenas de suministro.

En cuanto a la renta variable y la renta fija, la subida de los tipos de interés ha hecho que los bonos sean tan competitivos como la renta variable, una situación que no se veía desde la crisis financiera de 2008. Los estrategas de J.P. Morgan creen que la renta fija estadounidense podría ofrecer rendimientos superiores al 5% en los próximos 10 a 15 años, con menos volatilidad que la renta variable de gran capitalización. Esta última podría ofrecer rendimientos del 7% en el mismo periodo.

Para los inversores, la elección entre renta variable y renta fija dependerá de sus objetivos personales y de su tolerancia al riesgo. Para quienes prefieran reducir el riesgo, podría tener sentido pasarse a la renta fija. Aquellos que busquen maximizar los rendimientos potenciales podrían preferir mantener un sesgo hacia la renta variable.

Por último, aunque la inflación está bajando, persisten las presiones inflacionistas, debido en particular a las políticas industriales y a la transición hacia energías limpias. Los estrategas de J.P. Morgan prevén que la inflación siga bajando, estabilizándose entre el 2% y el 2,5%.

Para saber más, el informe de J.P. Morgan sobre sus previsiones macroeconómicas para 2024 está disponible aquí: "Outlook 2024"