Las acciones cayeron un 19% hasta los 14,68 euros en una feroz venta, tras una nota de los analistas de Berenberg que iniciaron la cobertura con una calificación de "Vender". Los analistas cuestionaron que la empresa pudiera deshacerse de Grubhub por algo parecido a los 5.800 millones de dólares que pagó por ella en una adquisición de todas las acciones que se cerró en junio de 2021.

Just Eat Takeaway no estaba disponible inmediatamente para hacer comentarios. Las acciones han bajado un 70% este año y el presidente ejecutivo, Jitse Groen, ha sido objeto de críticas por parte de los inversores, incluido su segundo mayor accionista, Cat Rock, por la compra de Grubhub. Groen, fundador de Takeaway, dio marcha atrás en abril de 2022 y dijo que estaba considerando opciones que incluían la venta del negocio.

"Según nuestras estimaciones, la empresa necesitaría recaudar alrededor de 1.000 millones en nueva financiación para alcanzar el punto de equilibrio del flujo de caja libre" si no consigue vender Grubhub u otros activos, escribieron los analistas de Berenberg.

"Estimamos que la venta de Grubhub podría aportar un neto de 400 millones de dólares ... pero esto todavía significa una necesidad de más de 500 millones de euros en nueva financiación".

Un factor adicional que pesa sobre las acciones fue un informe del Wall Street Journal que citó las declaraciones del director general de Grubhub, Adam DeWitt, de que la venta de la división no es inminente.

Takeaway reportó una pérdida de más de mil millones de euros en 2021, aunque Groen ha dicho que está en camino de ser rentable sobre una base operativa en 2023.

En una díscola reunión de accionistas celebrada en mayo, el presidente de la supervisión, Adriaan Nuehn, dijo que no se presentaría a la reelección.

Reuters informó esta semana de que la empresa está aumentando las comisiones que cobra a los restaurantes en los mercados europeos distintos de Gran Bretaña en alrededor de un punto porcentual para mejorar la rentabilidad.