El debilitamiento de la demanda china de Gucci afecta gravemente a los resultados de su casa matriz, Kering. Con una caída de los ingresos del 25% en el tercer trimestre, Gucci está luchando por revertir la situación y su bajo rendimiento está pesando mucho en el grupo Kering, que también posee Yves Saint Laurent, Balenciaga y Bottega Veneta.
Como resultado, los beneficios anuales de Kering podrían alcanzar su nivel más bajo desde 2016. A pesar de la llegada de un nuevo diseñador a Gucci hace 18 meses, el futuro sigue siendo incierto, especialmente porque la situación económica en China, un mercado crucial para los artículos de lujo, continúa deteriorándose.
Vídeos de Bloomberg, proporcionados por MT Newswire