Todas estas cifras son parcialmente ajustables a discreción de la dirección. En términos de flujo de caja, es decir, a través de un prisma más crudo y prosaico, las cosas son menos satisfactorias: el flujo de caja operativo pasó de 6.500 a 5.600 millones USD, mientras que los gastos de capital aumentaron de 2.300 a 2.600 millones USD; como resultado, el flujo de caja libre cayó una cuarta parte y en al menos 1.000 millones USD.
El dividendo de 2.500 millones USD sigue estando adecuadamente cubierto, pero no con tanta holgura como el año pasado. La deuda neta, por su parte, se mantiene sin cambios. En igualdad de condiciones, con casi 32.000 millones USD, sigue representando 11 años de flujo de caja libre.
Sin embargo, el mercado ha reservado un gran año 2024 para Kinder Morgan, ya que su capitalización bursátil se ha duplicado en el espacio de doce meses. Este repunte se debe sin duda a un optimismo sin precedentes sobre el sector del gas natural, en particular su papel en la electrificación de los centros de datos -los centros neurálgicos de la inteligencia artificial- y la apertura de nuevas terminales de gas natural licuado.
El mercado asigna ahora un escenario de crecimiento real a la valoración de Kinder Morgan. Al precio actual, la rentabilidad por dividendo es del 3,74%, frente al 4,64% de media de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años y el 5,4% de los bonos con calificación AAA.
No cabe duda de que los oleoductos se consideran activos seguros, pero la prima de riesgo en este caso ha desaparecido por completo; incluso es extrañamente negativa, lo que plantea interrogantes sobre el apetito especulativo de los inversores. Sobre este tema, véase El abecé del análisis financiero: El coste del capital.
MarketScreener confiesa que no se siente cómoda con estos niveles de valoración, incluso con un dividendo que todavía se espera que crezca un 2% en 2025. Habríamos estado más cómodos a principios del año pasado, aunque con ciertas reservas (véase Kinder Morgan, Inc: El principal operador de oleoductos y gasoductos de Estados Unidos).
A pesar del carácter altamente estratégico de sus activos, las rentabilidades de la inversión obtenidos por Kinder Morgan con su estrategia de crecimiento externo han sido más bien decepcionantes. No obstante, el grupo se ha convertido en un actor clave, ya que el 40% de la producción estadounidense de gas natural transita por sus gasoductos y terminales, mientras que al menos el 15% se aloja en sus diversas terminales de almacenamiento.