Trayecto operacional

Presente en un centenar de países, Kion AG ofrece una gama integrada de productos que van desde las carretillas elevadoras (63% de la facturación) hasta los sistemas de gestión automática de almacenes a través de su filial Dematic (37% de la facturación). Estas dos actividades, que se complementan perfectamente y tienen perfiles de márgenes similares, ofrecen a los responsables de la logística una solución llave en mano para la manipulación, el almacenamiento y la optimización de las existencias.

En cuanto al crecimiento del grupo, el negocio de carretillas elevadoras y servicios asociados (alquileres, recambios, etc.), que genera casi dos tercios de su volumen de negocio en Europa Occidental, es modesto (6.500 millones de euros de ventas en 2021 frente a 5.500 millones de euros en 2017) y los márgenes se están erosionando fuertemente (8,2% el año pasado frente a 11,5% en 2017).

El negocio de Supply  Chain Solutions genera dos tercios de su facturación en América, una cuarta parte en Europa y una décima parte en Asia. Esta división tiene una base de clientes más diversificada desde el punto de vista industrial y está creciendo a un ritmo más rápido (3.700 millones de euros en ventas en 2021 frente a 2.000 millones de euros en 2017). Los márgenes de explotación son superiores al 10% y la cartera de clientes está compuesta principalmente por empresas "triple A" (WalMart, Best Buy, Zara (Inditex), Tesco, Nike, Anheuser-Busch, Caterpillar, etc.).

Por lo que respecta a la distribución geográfica de las ventas, Kion AG tiene lógicamente una fuerte dependencia de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África). Por otra parte, el grupo alemán se está desarrollando fuera de su mercado histórico, especialmente en América, donde el crecimiento de los ingresos es muy elevado. Como toda empresa industrial, Kion AG también intenta hacerse menos dependiente de sus actividades denominadas cíclicas aprovechando sus servicios logísticos. Así, el porcentaje de ingresos de las actividades "no cíclicas" del grupo ha pasado del 47% en 2014 al 68% en 2021.

Fuente: Kion AG

Perfil financiero

En cuanto a los resultados financieros consolidados de la última década (2011-2021), el panorama es cuanto menos desigual. Los ingresos han aumentado de 4.400 millones de euros a 10.300 millones, pero los márgenes de explotación siguen rondando una media del 7%. Se espera que el resultado neto pase de 95 millones de euros a 568 millones en 2021. Sin embargo, dado que el grupo ha llevado a cabo numerosas ampliaciones de capital a lo largo del periodo, principalmente para financiar adquisiciones, el beneficio por acción sólo ha mejorado superficialmente. 

Sin embargo, las numerosas ampliaciones de capital han permitido reducir considerablemente el apalancamiento financiero. La carga de intereses se redujo a la mitad y se cubrió más de cinco veces con el beneficio de explotación del año anterior. La posición financiera del grupo es sólida, con una liquidez disponible que cubre toda la deuda hasta 2025, aunque, teniendo en cuenta el contexto, un rápido deterioro de la situación económica tendría un gran impacto en el edificio. Se espera que las agencias de calificación vuelvan a calificar la deuda de Kion en los próximos días, y parece prudente apostar por una rebaja de su calificación actual (BBB en Fitch y BBB- en S&P): de ahí la fortísima caída de la cotización en los últimos días...

Aún así, en el conjunto de la década 2011-2021, Kion tiene un flujo de caja libre acumulado de 4.000 millones de euros para un beneficio contable de 3.000 millones de euros. En cuanto a la asignación de capital de estos 4.000 millones de euros de FCF, casi 3.000 millones de euros se utilizaron para amortizar deuda y algo menos de 600 millones de euros se distribuyeron como dividendos. Las adquisiciones mencionadas se financiaron principalmente con ampliaciones de capital y ventas de activos.

Por lo tanto, los PE de un dígito son atractivos, pero siempre deben estar relacionados con 1. la estructura de capital de la empresa; 2. la creación o destrucción de valor, y aquí en el caso de Kion, a pesar del fuerte crecimiento, el beneficio POR ACCIÓN apenas se ha movido a lo largo del ciclo: es un caso típico de destrucción de valor.

Perspectivas de futuro

La posición competitiva de Kion está protegida por fuertes barreras de entrada; economías de escala, cartera de servicios integrada y la etiqueta "Deutsche Qualität". A pesar del desarrollo de su negocio no cíclico, Kion AG sigue siendo un fabricante muy expuesto a los ciclos económicos. Los costes fijos de la división de carretillas elevadoras siguen siendo elevados y pueden hacer que el grupo entre rápidamente en años de pérdidas. Esto es exactamente lo que probablemente ocurra en 2022, ya que el grupo ha anunciado recientemente una revisión a la baja de sus proyecciones. Kion espera ahora un beneficio operativo (EBIT) de entre 200 y 310 millones de euros, muy por debajo del consenso anterior de 650 millones. Las razones son el aumento de los costes de las materias primas, la rigidez de las cadenas de suministro en todo el mundo y la desaceleración económica general. Y lo que es más sorprendente, es el negocio de servicios (Supply Chain Solutions) el que se ha visto más afectado y se espera que tenga pérdidas importantes. La dirección tiene la intención de reestructurarla, pero advierte que esto llevará tiempo, sin duda debido a una serie de adquisiciones mal integradas. Todas estas noticias, unidas al temor a una gran recesión en Alemania, han provocado una espectacular caída de la cotización, que se ha dividido por cinco en pocos meses, pasando de 100 a 20 euros.

Por último, para cerrar este capítulo sobre los riesgos propios de Kion, destacamos la muy importante exposición del grupo a China. Esto se aplica tanto a sus instalaciones de producción, presentes en tres continentes pero dependientes de China para reducir su estructura de costes, como a sus perspectivas de crecimiento futuro. También es importante señalar que el 45% de los accionistas del grupo son Weichai Power, una filial de Shandong Heavy Industry, un conglomerado industrial controlado por el Partido Comunista Chino. En estos tiempos de tensión entre China y Occidente, en los que los industriales se plantean cada vez más la posibilidad de un "gran desacoplamiento", esta relación incestuosa no puede dejar de llamar la atención.

Sin embargo, las tendencias subyacentes siguen siendo prometedoras, con un claro aumento de las infraestructuras logísticas y su modernización mediante soluciones tecnológicas avanzadas. Además, el grupo tiene previsto duplicar su mercado de aquí a finales de la década. Por supuesto, estas expectativas deben tratarse con precaución.

Aunque el perfil de la empresa sigue siendo interesante, un análisis más profundo pone de manifiesto numerosos riesgos políticos y económicos, además de la mala integración de las recientes adquisiciones, que están costando mucho dinero al grupo. Esta es la gota que colma el vaso de la parte "no cíclica" del negocio, que está arrastrando los resultados del grupo. 

Por último, si los múltiplos de valoración y la rentabilidad por dividendo parecen atractivos, la estructura de capital, su financiación y las perspectivas futuras de FCF nos hacen dudar mucho de estas señales supuestamente positivas. Por ejemplo, si nos referimos al valor de la empresa (capitalización de mercado + deuda neta), el perfil financiero es inmediatamente menos atractivo. El alto nivel de endeudamiento, que se ha reducido con 3/4 del FCF generado en la última década, sigue poniendo al grupo en una situación crítica. Por todas estas razones, seguimos siendo pesimistas sobre el futuro a corto plazo del grupo alemán y nos mantenemos alejados de este valor: no se puede atrapar un cuchillo que cae.