Todos los segmentos registraron crecimiento, con un rendimiento bien equilibrado entre los aumentos de volumen y las subidas de precios. Nada detiene al líder mundial de la belleza, que supera sistemáticamente a su mercado a pesar de haber alcanzado hace tiempo la masa crítica.

El grupo, uno de los favoritos de MarketScreener, está absorbiendo extraordinariamente bien la ralentización económica en el norte de Asia y China continental, a diferencia de Estée Lauder, que está notando el pinchazo.

Aunque muy modesto en los últimos seis meses, su crecimiento en el Reino Medio se mantiene en territorio positivo. Naturalmente, todas las miradas siguen puestas en el dinamismo -y la posible recuperación- del mercado chino.

En cualquier caso, los cuatro años en el cargo del Director General de L'Oréal, Nicolas Hieronimus, han sido un éxito rotundo. No fue fácil suceder al dictatorial pero brillante Jean-Paul Agon - apodado "el Bismarck de la belleza" por un analista cuyo nombre no mencionaremos - pero hasta ahora lo ha hecho muy bien.

Ha presidido seis semestres de crecimiento sostenido, durante los cuales el beneficio de explotación del grupo ha aumentado otro 45%. Por tanto, los accionistas pueden considerar la transición como un éxito rotundo.

Siguiendo con el tema de estos resultados semestrales publicados a principios de mes: no hay que preocuparse por el flujo de caja, que como de costumbre se ve afectado en esta época del año por la reposición de existencias; es en la segunda mitad del año cuando se venden las existencias y se vuelven a llenar las arcas.

L'Oréal debería generar este año entre 6.000 y 6.500 millones de euros de flujo de caja libre "Free Cash Flow". Es notable que su valoración actual, como múltiplo de su flujo de caja libre, sea exactamente comparable a la de Coty. Sin embargo, Coty, dirigida por un antiguo empleado de L'Oréal, no tiene ni el rendimiento ni la solidez financiera de Coty.