Las acciones de Azul subieron más de un 9% en Sao Paulo tras la noticia, mientras que las de LATAM en Santiago, donde cotiza la aerolínea, bajaron un 20%.

LATAM se acogió a la protección por quiebra hace un año y, aunque ha conseguido nueva liquidez en ese proceso, aún no ha presentado un plan de reestructuración formal.

Azul, controlada por el fundador de JetBlue Airways Corp, David Neeleman, dijo el lunes en una presentación de valores que estaba preparada para liderar una ola de consolidación en la industria aérea brasileña, que ha sido devastada por la pandemia del COVID-19.

El miércoles, el periódico Valor Económico también dijo que Azul estaba tratando de atraer a LATAM y hablando con sus arrendadores de aviones.

Una portavoz de LATAM dijo que la aerolínea no había recibido ninguna oferta de Azul, que las conversaciones no estaban en marcha y que LATAM no tenía intención de vender ninguna de sus partes.

Además de las extensas rutas internacionales, LATAM tiene operaciones nacionales, no sólo en Brasil, sino también en Chile, Perú, Ecuador y Colombia.

Durante la pandemia, Azul y LATAM desarrollaron un programa de código compartido para evitar competir en Brasil mientras el mercado se reducía, lo que fue bendecido por los reguladores. Ese programa terminó repentinamente esta semana, lo que Azul dijo que era una reacción a sus planes de consolidación.

Los analistas del sector habían dicho a lo largo de 2020 que Azul podría intentar comprar LATAM en Brasil. Las dos aerolíneas se dividen el mercado brasileño con una tercera compañía, Gol Linhas Aereas Inteligentes.

Las acciones de Gol subieron un 7% el miércoles.