Ticketmaster, impopular entre los fans desde hace años, ha suscitado nuevas críticas de los legisladores estadounidenses por cómo gestionó la venta de entradas para la gira "Eras" de Swift, la primera en cinco años. Los expertos afirman que Ticketmaster controla más del 70% de la cuota de mercado de los servicios primarios de venta de entradas para los principales conciertos de Estados Unidos.

Ticketmaster ha argumentado que los bots utilizados por revendedores estaban detrás de la debacle, y se espera que Berchtold pida más ayuda para luchar contra los bots que compran entradas para revenderlas, a veces a precios astronómicos.

Entre otros testigos figuran el cofundador de SeatGeek, Jack Groetzinger, así como Jerry Mickelson, presidente de JAM Productions, que ha sido un crítico de Ticketmaster.

En noviembre, Ticketmaster canceló una venta de entradas prevista al público en general para la gira de Swift después de que más de 3.500 millones de solicitudes de fans, bots y revendedores saturaran su página web.

La senadora Amy Klobuchar, que encabeza el panel antimonopolio del Comité Judicial, ha dicho que los problemas que surgieron en noviembre no eran nuevos y que podían deberse a la consolidación en el sector de la venta de entradas.

Klobuchar y otros dos legisladores argumentaron en noviembre que Ticketmaster y su propietaria, Live Nation Entertainment, debían ser disueltas por el Departamento de Justicia si se descubría alguna conducta indebida en una investigación en curso.

En noviembre, la empresa negó cualquier práctica anticompetitiva y señaló que seguía bajo un decreto de consentimiento con el Departamento de Justicia tras su fusión en 2010 con Live Nation, añadiendo que no había "pruebas de violaciones sistémicas del decreto de consentimiento."

Una disputa anterior de Ticketmaster con el Departamento de Justicia culminó en un acuerdo de diciembre de 2019 que prorrogaba el acuerdo de consentimiento hasta 2025.