A diferencia de sus aviones, la cotización de las acciones de la empresa alemana no ha ido a ninguna parte en treinta años.
Hoy está exactamente al mismo nivel que entonces. La última década, en cambio, estuvo marcada por la falta de crecimiento y la errática potencia de los beneficios, lastrados por la pandemia. Mientras tanto, el reparto de dividendos fue modesto y desigual.
A pesar de estos malos resultados, y con la excepción de Wizz y Ryanair, que obtuvieron mejores resultados gracias a su papel pionero en los segmentos de bajo coste, Lufthansa salió muy bien parada frente a sus homólogas europeas, como Air France-KLM, British Airways y Alitalia.
Ello se debió a su control del centro de operaciones de Fráncfort -el primer aeropuerto europeo- y a su cartera de actividades bien diversificada, en particular los vuelos de carga, mantenimiento y negocios entre Europa y Asia. Estas ventajas le permitieron evitar las múltiples ampliaciones de capital que diluían a los accionistas de las compañías aéreas competidoras.
Por desgracia, la pandemia puso fin a esta serie. El ejemplo recuerda a Finnair, analizado el mes pasado en estas columnas, y a Copa Holdings, analizado ayer.
Es probable que 2022 y 2023 sigan siendo años récord para Lufthansa. La compañía debería generar cerca de 5.000 millones de euros en beneficios en efectivo -o flujo de caja libre- en los dos ejercicios combinados. Esto representa la mitad de su capitalización bursátil actual y un tercio de su valor de empresa.
Sin embargo, los analistas de Citi advierten de que esto no bastará para mantener el alza de la cotización. Lufthansa tiene que resolver un problema técnico con su gama de motores Pratt & Whitney no conformes. La aerolínea también se enfrentará a la dura competencia de sus rivales chinos en sus rutas más rentables.
Toda la historia bursátil de Lufthansa en los últimos treinta años ha estado salpicada de reveses y luego de renovadas esperanzas. En 2017, la combinación de múltiplos de valoración en mínimos históricos -niveles que sigue ocupando en la actualidad- y las esperanzas de consolidación en el sector aéreo europeo habían impulsado la acción a lo más alto, antes de que estas esperanzas se desvanecieran en seco.
Lo mismo ocurrió en 2022, con el repunte posterior a la pandemia y la reanudación del tráfico aéreo, pero esta vez el entusiasmo se apagó aún más rápidamente. A ello contribuyeron sin duda la situación económica bastante deprimida de Alemania y la perspectiva de una subida de los tipos de interés.
Los aficionados al análisis técnico observarán que el valor se beneficia de un fuerte movimiento al alza cada cuatro o cinco años. Desgraciadamente para ellos, si esta serie continúa, tendremos que esperar algunos años más para esperar un nuevo despegue, puesto que la acción ya fue uno de los valores más rentables del DAX el año pasado.
Deutsche Lufthansa AG es una compañía de aviación con sede en Alemania que presta servicios de transporte aéreo de pasajeros y carga en todo el mundo. Los segmentos de la compañía incluyen Aerolíneas de Pasajeros, Logística, MRO y Catering. El segmento de Líneas Aéreas de Pasajeros incluye Lufthansa Airlines, SWISS, Austrian Airlines, Brussels Airlines y Eurowings. El segmento de Logística incluye el grupo Jettainer, especialista en gestión de contenedores de carga aérea, el grupo time:matters, especializado en envíos urgentes, la filial Heyworld, especializada en soluciones a medida para el sector del comercio electrónico, CB Customs Broker, especialista en aduanas y despacho de aduanas, y la participación del 50% del Grupo Lufthansa en la aerolínea de carga AeroLogic. El segmento MRO, representado por el grupo Lufthansa Technik, es un proveedor mundial de servicios de mantenimiento, reparación y revisión para aviones civiles y comerciales. El segmento de Restauración consiste en la restauración tradicional y la venta al por menor a bordo, junto con actividades de comercio de alimentos.