DÜSSELDORF (dpa-AFX) - La crisis en la industria automovilística también está ejerciendo presión sobre sus proveedores. Según una encuesta, dos tercios de las empresas esperan una reestructuración del mercado en los próximos dos años, es decir, que algunos proveedores desaparezcan del mercado. Esta es la conclusión a la que ha llegado una encuesta realizada por la consultora y auditora Baker Tilly entre directivos de proveedores alemanes de la industria automovilística.
El 67 % de los encuestados afirmó que espera tener menos competidores en dos años que en la actualidad. Solo el 20 % espera que nuevos proveedores, sobre todo de China, irrumpan en el mercado. Sin embargo, la competencia asiática ya se considera un gran reto. Más de la mitad de los encuestados (51 %) afirma que las empresas de ese país ya tienen «una ventaja insuperable en tecnologías clave».
Su propia situación es mejor que la del sector
La valoración de la situación del sector también es claramente negativa: el 79 % la considera «más bien mala» o incluso «muy mala». Los encuestados se mostraron mucho más positivos con respecto a su propia empresa: el 78 % calificó su situación de «más bien buena» o incluso «muy buena». «Existe una gran disparidad en la percepción», afirma Jannik Bayat, experto de Baker Tilly. «La industria parece reconocer los riesgos, pero no los aborda con suficiente determinación en sus propias empresas».
El 56 % de los encuestados mencionó la elevada presión de inversión y costes como un gran reto. Además, el 60 % se quejó de que, debido a los cambios geopolíticos y a los posibles conflictos comerciales, ya no es posible realizar una planificación fiable. Al mismo tiempo, el 55 % constató que el margen de tiempo para la transformación del sector se está reduciendo incluso más rápido de lo que se pensaba.
Con futuro incluso sin motores de combustión
Sin embargo, la mayoría no ve un peligro para su propia empresa. El 75 % considera que su modelo de negocio es en gran medida independiente del cambio de tecnología de propulsión. La razón: las piezas que fabrican se utilizan tanto en los coches eléctricos como en los modelos de combustión.
Por el contrario, la deslocalización al extranjero no juega un papel importante. Solo el 17 % de los encuestados considera que este paso es necesario para garantizar su competitividad. Para el estudio se encuestó en marzo y abril a 100 directivos de proveedores alemanes de la industria automovilística./fjo/DP/zb