El software se basa en la comunicación con los sensores del lugar de estacionamiento para detectar los obstáculos que se interponen en su camino, y por ahora sólo se ha aprobado su uso en un aparcamiento del aeropuerto de Stuttgart que está equipado con esta tecnología, según la empresa.

La función estará disponible para los clientes de Mercedes-Benz que posean un Clase S o un EQS fabricado a partir de julio de 2022.

Las dos empresas recibieron la aprobación en 2019 para empezar a utilizar el sistema de aparcacoches automatizado en el aparcamiento del Museo Mercedes-Benz, y llevan cooperando en el desarrollo del aparcamiento sin conductor totalmente automatizado desde 2015.

Los propietarios de vehículos pueden reservar una plaza de aparcamiento con antelación a través de una aplicación, y dejar su vehículo en una zona de entrega. En cuanto salgan, el coche se dirigirá por sí mismo a su plaza, y podrá ser llamado de nuevo a través de la aplicación, según el comunicado de Bosch.

Alemania aprobó en julio del año pasado una ley que permite la conducción autónoma de nivel 4, sin intervención humana, en zonas operativas definidas de espacios públicos.