La empresa ha retrasado hasta el segundo semestre su decisión sobre el pago de dividendos ante la incertidumbre generada por la pandemia de COVID-19 y ha suspendido la previsión de generación de caja de 2020 dada la escasa visibilidad, aunque mantiene un programa de recompra de hasta 50 millones de euros iniciado en enero.

MVC, que destacó que no tiene vencimientos de deuda este año y que no tiene necesidad de financiar compras de suelo para futuros proyectos, reconoció con todo que es "pronto para evaluar el impacto en ingresos, flujo de caja y calendarios", tras reconocer a finales de abril que el confinamiento en España estaba ralentizando las obras y ritmo de ventas.

Ante esta situación, la inmobiliaria anunció que había permitido la moratoria de dos meses en el cobro a los clientes que así lo soliciten o que las nuevas reservas durante el mes de abril puedan ser desistidas de forma gratuita hasta el final de mayo.

Pese a las incertidumbres y al fuerte parón económico que se está observando en España, MVC señaló que "el mercado residencial en España tiene fundamentos más sólidos ahora" que en la crisis que asoló el sector entre 2008 y 2013 y que estuvo a punto de llevarse por delante a la empresa.

En el primer trimestre de 2020, MVC registró unos ingresos de 81 millones de euros, frente a los 29 millones de un año antes, y el ebitda (resultado bruto de explotación) volvió a ser negativo, en esta ocasión en 2,6 millones, frente a los 2,3 millones de enero-marzo de 2019.

El resultado del ejercicio fue una pérdida neta de 6,2 millones de euros, superior a los 4,7 millones perdidos un año antes, según las cuentas presentadas el miércoles.

(Información de Tomás Cobos, editado por Michael Susin)