Micron es una de esas empresas cotizadas que pueden verse de dos maneras radicalmente distintas. La primera, optimista, consiste en señalar que el grupo estadounidense opera en un oligopolio con las coreanas Samsung y SK Hynix, y que en la era de la "super-computing" la demanda de sus productos sólo puede aumentar.

El segundo enfoque, menos entusiasta, consiste en subrayar que su negocio hiperintensivo en capital apenas le ha dejado hasta ahora en situación de devolver mucho capital a sus accionistas. Una vez más este año, todo el flujo de caja operativo ha sido consumido por los gastos de capital. Y sin embargo, el grupo lleva algunos trimestres reduciendo los gastos de capital.

Fuente: MarketScreener

El problema es estructural: en los últimos diez años, Micron ha generado un flujo de caja libre agregado tres veces inferior a la suma de sus resultados contables. A lo que quienes adopten una visión optimista objetarán que, mientras tanto, sus ventas se han duplicado -a pesar de la volatilidad inherente- y su capitalización bursátil se ha cuadruplicado.

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Desde un punto de vista claramente positivo, el ejercicio que acaba de concluir marca la vuelta a la normalidad tras las profundas perturbaciones causadas por la pandemia. Entre 2022 y 2023, el grupo pasó de un beneficio operativo de 9.700 millones de dólares a una pérdida seca de 5.500 millones. Los corazones frágiles se abstienen.

El año 2025 parece que será bueno. Se dice que los inventarios de los clientes han vuelto a niveles equilibrados, lo que conducirá a una recuperación de los precios y de los márgenes brutos hacia su media histórica. Es más, la dirección afirma que entra en el periodo en la mejor posición competitiva de su historia.

Puede que el margen operativo haya permanecido bajo presión durante los últimos doce meses, pero con el repunte del negocio y el fuerte apalancamiento operativo del Grupo,los analistas prevén un beneficio por acción de más de 10 dólares a finales de 2026, quince veces superior al de este año.

Además de suscribir estas previsiones, los accionistas cómodos con la valoración actual apuestan por que Micron ha alcanzado ya una escala cómoda, a partir de la cual puede orientar su gestión hacia retornos de capital a los accionistas más sostenidos que en el pasado.