Algunos inversores de OpenAI, creadores de ChatGPT, están estudiando recursos legales contra el consejo de administración de la empresa, según dijeron el lunes a Reuters fuentes familiarizadas con el asunto, después de que éste destituyera al consejero delegado Sam Altman y provocara un posible éxodo masivo de empleados. Las fuentes dijeron que los inversores están trabajando con asesores legales para estudiar sus opciones. No quedó claro de inmediato si estos inversores demandarán a OpenAI. A los inversores les preocupa que sus cientos de millones invertidos en OpenAI, una joya de la corona en algunas de sus carteras, puedan sufrir pérdidas catastróficas como resultado de lo que parece ser un posible colapso de la startup de IA más caliente en el sector de la IA generativa de rápido crecimiento.

El lunes, la mayoría de los más de 700 empleados de OpenAI amenazaron con dimitir a menos que la empresa sustituyera a la junta directiva. El consejo de OpenAI despidió a Altman el viernes tras una "ruptura de las comunicaciones", según un memorando interno visto por Reuters.

Lo que hizo que el caso fuera inusual para los inversores de capital riesgo, que suelen tener puestos en el consejo o poder de voto en sus carteras, es que OpenAI está controlada por su empresa matriz sin ánimo de lucro OpenAI Nonprofit, que se creó para beneficiar "a la humanidad, no a los inversores de OpenAI".

Como resultado, los empleados tienen más influencia que los inversores de capital riesgo que ayudaron a pagar sus salarios, dijo Minor Myers, profesor de derecho de la Universidad de Connecticut.

Microsoft posee el 49% de la empresa, mientras que otros inversores y empleados controlan el 49%, con un 2% propiedad de la matriz sin ánimo de lucro de OpenAI. (Reportaje de Anna Tong en San Francisco y Krystal Hu en Nueva York; Edición de Kenneth Li y Lisa Shumaker)