El empresario multimillonario Elon Musk amplió su demanda contra el fabricante de ChatGPT OpenAI, añadiendo reclamaciones federales antimonopolio y de otro tipo y agregando al mayor patrocinador financiero de OpenAI, Microsoft, como demandado.

La demanda enmendada de Musk, presentada el jueves por la noche en un tribunal federal de Oakland, California, afirmaba que Microsoft y OpenAI pretendían ilegalmente monopolizar el mercado de la inteligencia artificial generativa y marginar a los competidores.

Al igual que la demanda original de Musk de agosto, acusaba a OpenAI y a su director ejecutivo, Samuel Altman, de violar las disposiciones contractuales al anteponer los beneficios al bien público en el impulso al avance de la IA.

"Nunca antes una corporación había pasado de ser una organización benéfica exenta de impuestos a una gorgona con fines lucrativos y paralizadora del mercado de 157.000 millones de dólares, y en sólo ocho años", decía la demanda. Pretende anular la licencia de OpenAI con Microsoft y obligarles a desprenderse de las ganancias "mal habidas".

OpenAI dijo en un comunicado que la última demanda "es aún más infundada y extralimitada que las anteriores".

Microsoft y los abogados de Musk no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Musk se opone desde hace tiempo a OpenAI, una startup que cofundó y que desde entonces se ha convertido en la cara de la IA generativa gracias a los miles de millones de dólares de financiación de Microsoft.

Musk ha adquirido nueva prominencia como fuerza clave en la administración entrante del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Trump nombró a Musk para un nuevo cargo destinado a reducir el despilfarro gubernamental, después de que donara millones de dólares a la campaña republicana de Trump.

La demanda ampliada decía que OpenAI y Microsoft violaron la ley antimonopolio al condicionar las oportunidades de inversión a acuerdos de no tratar con los rivales de las empresas. Decía que el acuerdo de licencia exclusiva de las empresas equivalía a una fusión que carecía de las aprobaciones reglamentarias.

En una presentación judicial el mes pasado, OpenAI acusó a Musk de perseguir la demanda como parte de una "campaña cada vez más fanfarrona para acosar a OpenAI por su propia ventaja competitiva".