Atomyze fue la primera empresa rusa en recibir la aprobación para intercambiar activos digitales en febrero, mientras que el banco central lleva tiempo expresando su escepticismo sobre las criptodivisas.

"La aparición del primer token industrial de Rusia marca la entrada de la economía rusa en un nuevo periodo: la era de la tokenización", dijo el empresario Vladimir Potanin en un comunicado de su Interros Holding, uno de los inversores de Atomyze y el mayor accionista del productor de metales Nornickel.

"A diferencia de las criptodivisas no aseguradas, en las que la tecnología blockchain se utiliza para maximizar el anonimato del usuario, los tokens industriales y otros están asegurados por activos físicos, y el uso de la tecnología blockchain hace que las transacciones con ellos sean seguras", añadió.

El banco ruso Rosbank, en el que Interros también tiene una participación, y el broker Vector X, se convirtieron en los primeros inversores de la plataforma, dijo Atomyze en su comunicado.