Mizuho, el tercer prestamista de Japón por activos, añadió 96.900 millones de yenes (752 millones de dólares) a sus reservas en el trimestre de enero-marzo para prepararse para las pérdidas derivadas de las exposiciones en Rusia, lo que supone un cambio de tendencia respecto a principios del año pasado, cuando liberó las reservas para pérdidas acumuladas durante la pandemia.

Como resultado, el beneficio neto de Mizuho en el trimestre de enero-marzo cayó un 55,6% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 51.800 millones de yenes (403 millones de dólares), un 34% menos que la estimación media de beneficios de tres analistas encuestados por Refinitiv.

"Por ahora, no prevemos la necesidad de realizar provisiones adicionales en Rusia, pero la situación podría cambiar y no dudaremos en añadir más si es necesario", dijo el director ejecutivo Masahiro Kihara en una sesión informativa sobre los resultados.

El prestamista se encuentra entre otros bancos mundiales, como Citigroup, Credit Suisse y Unicredit, que han anunciado provisiones relacionadas con Rusia en las últimas semanas.

SMFG, el segundo mayor prestamista de Japón, tomó 75.000 millones de yenes (582,16 millones de dólares) en provisiones por su exposición a Rusia.

Además, contabilizó una depreciación de 47.000 millones de yenes sobre el valor de las aeronaves que su rama de arrendamiento de aviones, con sede en Dublín, no ha podido recuperar de las aerolíneas rusas desde que puso fin a los arrendamientos en línea con las sanciones occidentales contra Moscú.

SMFG también se ha visto afectada por la supuesta manipulación del mercado en su brazo de corretaje no cotizado SMBC Nikko Securities, que llevó a algunos clientes a suspender temporalmente los negocios con la casa de corretaje. El banco dijo que espera que el impacto en los ingresos sea de 20.000 millones de yenes o más para este año financiero que termina en marzo.

SMFG informó de un aumento del 3,7% en el beneficio neto del cuarto trimestre.

Para este año fiscal, ambos bancos esperan que los beneficios netos se mantengan casi planos en comparación con el año anterior, aunque prevén un descenso de los costes relacionados con el crédito a medida que el impacto de la pandemia disminuye.

Las quiebras empresariales en Japón se han mantenido bajas gracias a las subvenciones del gobierno y a los préstamos a interés cero concedidos a las pequeñas empresas para amortiguar el efecto económico de la pandemia.

Pero los analistas dicen que habrá un límite para que tales subsidios puedan seguir suprimiendo las quiebras, ya que la crisis de Ucrania y la debilidad del yen están haciendo subir los costes de los combustibles y las materias primas.

(1 dólar = 128,8300 yenes)