La subida de los precios al consumo y el aumento de los costes de los préstamos han recortado las expectativas de crecimiento en toda América Latina, y las economías en desarrollo son especialmente vulnerables a la volatilidad económica.

El banco central de Perú rebajó su proyección de crecimiento para 2022 al 3,1% desde el 3,4% anterior, aunque mantuvo su estimación de un crecimiento del 3,2% para el próximo año, dijo el presidente del banco, Julio Velarde, en una presentación.

Velarde citó los persistentes conflictos mineros, además del impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, como factores que impulsan la proyección de crecimiento revisada a la baja.

Las protestas de los indígenas han perturbado el sector minero de Perú en los últimos meses, incluida una paralización de 51 días en la mina de cobre Las Bambas de la empresa china MMG Ltd, uno de los principales productores mundiales del metal rojo.

"Otros sectores se están comportando mejor de lo que esperábamos en marzo. Lo que está cayendo es la minería", dijo Velarde.

El banco central redujo su expectativa de crecimiento para el sector minero en 2022 de 5,9% a 2,9%.

Velarde dijo que ve una caída de la inversión minera de casi 5% este año, y una caída mucho más pronunciada potencialmente en 2023.

"Si no aparecen nuevos proyectos el próximo año... habrá una contracción de la inversión minera el próximo año de casi 16%".

Las proyecciones del banco también incluyen un menor déficit fiscal este año, de 1,9% del producto interno bruto, en comparación con el 2,5% proyectado anteriormente en marzo, debido principalmente a una mayor recaudación, dijo Velarde.

El banco espera una inflación anual del 6,4% para 2022 y del 2,5% para 2023. En marzo, el banco dijo que esperaba una inflación del 3,6% para este año.

La inflación anual en mayo alcanzó el 8,09%, su nivel más alto en dos docenas de años, lo que llevó al banco a elevar su tipo de interés de referencia al 5,5% a principios de este mes.