Monolithic Power Systems, Inc. (MPS) ha anunciado el lanzamiento de su cartera de productos de automoción MPSafe™ orientados a la seguridad y desarrollados de acuerdo con el proceso de desarrollo de productos de seguridad funcional ISO26262. La norma internacional ISO26262 se ha convertido en un requisito fundamental para hacer frente a los riesgos de fallo en los sistemas eléctricos y electrónicos a medida que la industria del automóvil persigue coches cada vez más autónomos, conectados y electrificados. El proceso de desarrollo de productos MPSafe™ garantiza que los productos de automoción aplicables son capaces de ayudar a los clientes a cumplir los distintos requisitos del nivel de integridad de la seguridad en la automoción, o ASIL.

La norma ISO26262 identifica cuatro clasificaciones ASIL, que van de la A a la D. El ASIL A representa el grado más bajo de peligro para la automoción (por ejemplo, para las luces de freno), mientras que el ASIL D representa el grado más alto de peligro para la automoción (por ejemplo, para el cálculo de la conducción autónoma).

A medida que los sistemas electrónicos de los vehículos se vuelven más sofisticados y se confía en ellos de forma crítica o exclusiva para su supervisión y control, es necesario que se desarrollen con el mayor grado de rigor. La nueva línea de productos MPSafe™ de grado automovilístico de MPS ha sido desarrollada mediante un proceso que sigue las directrices estipuladas por la norma ISO26262 y es apta hasta ASIL D. Gracias en parte a la estrecha colaboración con muchas de las principales luminarias de la industria automovilística, MPS ofrecerá un conjunto completo de productos MPSafe™ que ofrecen una potencia increíble, una supervisión sofisticada y un control preciso del sistema. Entre los ejemplos de soluciones que se están muestreando se encuentran el MPQ79500FS MPSafe™ monitor de tensión de 6 canales, el MPQ79700FS MPSafe™ secuenciador de sistema de 12 canales y el MPQ70240FS MPSafe™ PMIC de cámara multicanal.

Los productos MPSafe™ están diseñados con un enfoque orientado al sistema para tener en cuenta no sólo cómo un dispositivo en sí mismo puede manejar varios casos de seguridad, sino cómo el sistema puede estar mejor diseñado para lograr sus objetivos de seguridad. El resultado para los clientes: una mejor cobertura de seguridad, una documentación más exhaustiva, un análisis de seguridad de terceros preaprobado y una solución con costes y plazos optimizados.