CAIRO, 6 oct (Reuters) - La empresa argelina Sonatrach y el grupo energético español Naturgy revisaron los precios del gas para 2022, pero aplazaron las conversaciones sobre los precios para el próximo año y los siguientes, en un contexto de aumento de la demanda y tras un enfrentamiento diplomático entre ambos países.

Sonatrach suministra unos 5.000 millones de metros cúbicos de gas al año a España a través de contratos firmados hace más de dos décadas y válidos hasta 2030 con revisiones periódicas de precios.

Naturgy dijo que las empresas habían establecido un nuevo precio aplicable con carácter retroactivo para los volúmenes suministrados hasta finales de 2022, y también habían acordado seguir negociando los precios aplicables a partir del próximo año.

Un comunicado de Sonatrach dijo que las empresas habían acordado revisar los precios sin dar más detalles, pero la televisión argelina Ennahar TV informó de que el director general de Sonatrach, Tewfik Hakkar, dijo que la revisión de precios formaba parte de un contrato de tres años.

"El contrato se acaba de renovar para 2022, ya que actualmente la alta volatilidad y la incertidumbre en torno a los precios del gas no permiten una gran visibilidad a medio plazo", dijo una fuente con conocimiento del asunto.

Ni Sonatrach ni Naturgy dieron detalles sobre los nuevos acuerdos de precios, pero ambos se refirieron a las condiciones del mercado. Los precios mundiales del gas han subido mucho este año al caer los suministros rusos a Europa tras su invasión de Ucrania.

"La predisposición de ambas partes es muy buena para favorecer dos cosas: no poner en riesgo la seguridad del suministro y lograr la estabilización de los precios", dijo a primera hora del jueves el consejero delegado de Naturgy, Francisco Reynes.

"Los precios van a subir", dijo, pero no en una cantidad "desorbitada", añadió.

Argelia, donde la bajada de los precios de la energía a partir de 2014 hizo temer por el futuro de sus finanzas públicas a largo plazo, quiere aprovechar la mayor demanda de su gas y ha firmado nuevos acuerdos de suministro con Italia.

También ha dicho que cumplirá con sus obligaciones contractuales de suministrar gas a España, a pesar de haber retirado a su embajador en Madrid en junio, en el marco de una disputa sobre el Sáhara Occidental, donde Argelia respalda un movimiento independentista.

Madrid enfureció a Argelia al decir que el plan de Marruecos de ofrecer al Sáhara Occidental no más que una autonomía como parte de su propio territorio era la propuesta más seria, creíble y realista para poner fin al conflicto.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el mes pasado que apoya una "solución política mutuamente aceptable" para el conflicto del Sáhara Occidental.

(Información de Lilian Wagdy, editado en español por Tomás Cobos)