España está estudiando la posibilidad de introducir un precio máximo al que las centrales de gas de ciclo combinado puedan vender energía al mercado mayorista, como parte de un esfuerzo por frenar las elevadísimas facturas de electricidad de los consumidores, dijo el martes la ministra de Energía, Teresa Ribera.

Mientras los precios mundiales de la energía se disparan, exacerbados por la invasión rusa de Ucrania, los gobiernos europeos se apresuran a encontrar soluciones antes de la cumbre de la Unión Europea que se celebrará esta semana.

"Lo más sencillo es introducir un precio máximo al que las centrales de ciclo combinado puedan ofertar (al mercado) y luego tener algún ajuste a posteriori", dijo Ribera a los periodistas tras una reunión semanal del Gabinete, añadiendo que sería una medida temporal.

La subida de los precios del gas es el principal motor del aumento de los costes de la electricidad, y España lleva tiempo abogando por un rediseño de los mercados eléctricos que desvincule los precios del gas de los de la electricidad, pero no ha dado detalles sobre cómo funcionaría.

El lunes, el primer ministro belga, Alexander de Croo, dijo que su país tomaría la iniciativa de impulsar un tope en los precios del gas a nivel europeo.

La semana pasada, España parecía estar detrás de un impulso para limitar los precios mayoristas de la electricidad, una opción favorecida por Portugal, pero una fuente del Ministerio de Energía dijo el lunes que esa ya no era la principal opción sobre la mesa.

Ribera dijo que no había discutido la posibilidad de nuevos impuestos sobre las empresas de servicios públicos en una reunión con los jefes de la industria eléctrica, a pesar de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había sugerido que el gobierno estaba planeando un nuevo impuesto especial sobre las grandes empresas de servicios públicos.

"No hemos hablado de impuestos con las grandes compañías eléctricas, sino de cómo conseguir una energía más barata y de cómo pueden contribuir al confort de los ciudadanos", dijo Ribera a los periodistas.

Una de las principales ambiciones de la UE en su afán por la seguridad energética es aumentar la proporción de generación de energía renovable en su mix.

España dijo el martes que ahora pretende que el 67% de su electricidad proceda de fuentes renovables para 2026, tras haber fijado previamente el objetivo de alcanzar el 74% en 2030.