Neste pretende aumentar su producción de combustibles renovables a más de 6 millones de toneladas para 2026 desde los 4,5 millones de este año, el 33% de las cuales serán SAF, dijo el vicepresidente de aviación renovable Jonathan Wood en una conferencia sobre sostenibilidad de la aviación en Dublín. Dijo que eso significaba que Neste por sí sola tendría capacidad suficiente para satisfacer la cantidad inicial de SAF exigida por la Unión Europea de 2025 a 2029, pero que era crucial que los proveedores vieran "una vía para que la demanda creciera más allá", incluso por parte de los pasajeros.

La UE ha adoptado normas que exigen que los vuelos que salgan de aeropuertos comunitarios lleven una cantidad progresivamente creciente de SAF, que tiene emisiones netas de CO2 nulas o inferiores a las del queroseno fósil, empezando con un 2% del combustible total a partir de 2025. "Para realizar más inversiones, necesitamos tener certidumbre sobre la demanda... Tenemos que encontrar otros mecanismos que ayuden a estimular aún más la demanda, porque sólo entonces será posible justificar las inversiones internas", dijo Wood. "Ahora mismo podríamos estar incluso dentro de cinco años teniendo más capacidad de producción de SAE de la que realmente tenemos de demanda" y acabar produciendo gasóleo renovable en lugar de combustible de aviación.

La propuesta de la UE pretende aumentar tanto la demanda como la oferta de SAF, que actualmente se produce en cantidades ínfimas y es mucho más caro que los combustibles de aviación convencionales. Ejecutivos de Norwegian Air, IAG, propietaria de British Airways, e Icelandair afirmaron que la UE debe adoptar medidas que vayan más allá de los mandatos, como ayudar a financiar la ampliación del SAF más allá de 2030 y contribuir a reducir la diferencia de precios entre los combustibles convencionales y los alternativos. El vicepresidente de sostenibilidad de Norwegian Airlines dijo que, sin esto, las sanciones económicas que la UE está introduciendo para las aerolíneas que no cumplan el objetivo de SAF del 6% en 2030 y del 20% en 2035 podrían amenazar su supervivencia.

"Si no somos capaces de asegurar estos recursos y acuerdos de suministro a largo plazo con un modelo de precios actual con el que podamos vivir, creo que probablemente nos quedaremos fuera del negocio", declaró Anders Fagernaes en la conferencia.