Dependiendo del número de ganaderos de Fonterra que alcancen uno de los tres niveles de los objetivos de sostenibilidad de la empresa durante la temporada 2023-24, se espera que Nestlé pague entre 1 y 2 céntimos neozelandeses adicionales por kilogramo de sólidos lácteos (kgMs) en virtud del acuerdo.

La previsión fiscal de Fonterra para 2024 del precio de la leche en granja -el precio que paga a los ganaderos- se sitúa entre 7,00 y 8,00 dólares neozelandeses por kgMS.

"Nestlé se abastece de productos lácteos de Nueva Zelanda desde hace más de cien años y seguiremos apoyando a los ganaderos, junto a nuestros socios, para que desarrollen nuevas oportunidades económicas y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero", declaró Jennifer Chappell, consejera delegada de Nestlé Nueva Zelanda.

Fonterra, que aspira a ser net zero en 2050, puso en marcha en 2021 el programa "Co-operative Difference Payment", por el que las granjas que produzcan leche de mayor calidad de forma sostenible recibirán un pago ligeramente diferente por los sólidos lácteos.