HAMBURGO (dpa-AFX) - Contrariamente a la tendencia general de la industria, el sector eólico se muestra relativamente optimista de cara al futuro. La 14ª edición del Índice de Tendencias de Windenergy muestra una nueva mejora del estado de ánimo en el mercado de la energía eólica a largo plazo, tanto en el sector terrestre como en la energía eólica marina. Esto supone, a su vez, una vuelta a las tendencias optimistas de años anteriores, según el informe publicado por Deutsche Presse-Agentur.

La encuesta se realiza cada seis meses desde 2018 por la feria líder mundial Windenergy Hamburgo en colaboración con el instituto de investigación de mercado Windresearch. El índice de tendencias se considera un barómetro del sentimiento en el sector. Según la información facilitada, más de 1.400 personas participaron en la encuesta desde mediados de septiembre hasta mediados de noviembre. La próxima edición de Windenergy Hamburgo tendrá lugar del 22 al 25 de septiembre de 2026.

Sentimiento en el mercado terrestre alemán mejor que nunca

Según la encuesta, los encuestados calificaron la situación del mercado terrestre alemán en los próximos doce meses como mejor que nunca, mientras que el ánimo en el sector offshore se está nublando, pero sigue siendo claramente positivo. A largo plazo, todo el sector tiene más confianza en el futuro que en primavera. La situación es diferente en el mercado europeo. Allí, el estado de ánimo para el sector onshore es cautelosamente positivo, pero para el sector offshore desciende ligeramente, incluso a largo plazo.

La encuesta también mostró que las condiciones generales del mercado asiático se consideran mucho más favorables que en las demás regiones del mundo, y Asia registró un máximo histórico para las turbinas eólicas terrestres. En el caso de las turbinas eólicas marinas, los principales retos siguen siendo las licencias y normativas, la ampliación de la red y, sobre todo, los costes.

Producción de turbinas en 2030: la eólica marina sigue creciendo, la terrestre se estanca

Según la encuesta, los representantes del sector parten de la base de que la potencia de una turbina recién instalada en 2030 ascenderá a una media de 19,37 megavatios, lo que supone un récord. Por el contrario, el tamaño previsto de las turbinas terrestres instaladas se mantendrá en una media de unos 8,55 megavatios. Sin embargo, más del 45% de los encuestados esperan una potencia media por turbina de al menos 9 megavatios en el segmento terrestre./klm/DP/zb