La empresa depende de los canales no minoristas para más de un tercio de sus ventas, pero la crisis sanitaria limitó las operaciones de los restaurantes, obligó a cancelar eventos y mantuvo a los consumidores en gran medida en el interior, provocando una caída del 9% en las ventas orgánicas el año pasado.

"Todavía es pronto para el proceso de vacunación, y esperamos ver nuevas mejoras en nuestro negocio a medida que las vacunas estén más disponibles en los próximos meses", dijo a los analistas el director general James Quincey.

No obstante, añadió que la recuperación a corto plazo seguirá viéndose afectada por la presencia del virus en la mayoría de los mercados.

La compañía espera que los beneficios ajustados para 2021 crezcan entre un dígito y dos dígitos y que los ingresos orgánicos aumenten en un dígito.

Mientras tanto, Coca-Cola también advirtió que espera una responsabilidad potencial de alrededor de 12.000 millones de dólares en una disputa con el Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos sobre cuánto cobró a las filiales extranjeras por los derechos para hacer y vender productos de Coca-Cola en el extranjero.

La compañía dijo que el tribunal fiscal estadounidense "interpretó y aplicó mal" la normativa en sus conclusiones de noviembre y que "apelará y defenderá enérgicamente" su posición. Coca-Cola registró una reserva fiscal de 438 millones de dólares el año pasado.

"Esto no cambia nuestra visión a largo plazo de que Coca-Cola saldrá de la pandemia mejor posicionada que antes", dijo John Boylan, analista de Edward Jones, en referencia a la disputa fiscal.

Las acciones de Coca-Cola subieron un 1%, ya que el mayor fabricante de bebidas del mundo también superó las estimaciones, ganando 47 centavos por acción en el cuarto trimestre, 5 centavos más de lo esperado.

Su rival PepsiCo Inc. tiene previsto presentar su informe el jueves.