La Audiencia Nacional española condenó a ocho años de prisión al expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, por prácticas irregulares para obtener financiación bancaria y por fraude contable con el fin de atraer inversores que luego perdieron su dinero.

El tribunal también condenó a penas de entre seis meses y tres años y medio de prisión a otros once acusados de la antigua cúpula del grupo de alimentación gallego, según una sentencia conocida el martes.

"Los hechos probados de la sentencia relatan cómo, a consecuencia de la crisis financiera que empezó a detectarse en 2008, el presidente de la entidad, con el objeto de poder seguir disfrutando de la financiación bancaria de la que dependía Pescanova por el esfuerzo inversor ejercido en los años anteriores, planeó, junto con un grupo de personas de su confianza (...) seguir obteniendo financiación a través de una serie de mecanismos o prácticas irregulares de financiación", dijo el alto tribunal en la sentencia de 610 páginas.

Además, la Audiencia Nacional ha condenado como personas jurídicas a Pescanova SA, que sigue cotizando pero capitalizando apenas 10 millones de euros en la bolsa española, y a su antiguo auditor BDO a multas y compensaciones que llegan en algunos casos a más de 51 millones de euros "por las cantidades que acabaron perdiendo algunos de los inversores".

Pescanova, una de las empresas señeras de Galicia, tuvo que acogerse a un concurso de acreedores en 2013, después de aflorar deudas superiores a los 3.600 millones de euros y un agujero patrimonial de casi 1.700 millones de euros.

Tras la crisis, la conocida empresa gallega de productos congelados se reflotó bajo el nombre de Nueva Pescanova, una empresa no cotizada bajo el mando de los bancos acreedores de Pescanova.

(Información de Jose Elías Rodríguez, editado por Emma Pinedo)