SOFÍA (Reuters) - Bulgaria, enfrentada a los altos costes de la electricidad y a la interrupción de su suministro de gas natural ruso, pedirá a la Comisión Europea la próxima semana que le permita suprimir los impuestos especiales sobre la electricidad y el gas natural para salvaguardar su economía, dijo el viernes el Gobierno búlgaro.

El Estado miembro más pobre de la Unión Europea cubría más del 90% de sus necesidades de gas con importaciones de gas ruso hasta el 27 de abril, cuando Gazprom cortó el suministro por su negativa a pagar en rublos

Sofía ha conseguido asegurarse un suministro alternativo desde la vecina Grecia y no ha cortado las entregas a sus clientes por el momento, pero las empresas han expresado su preocupación por el hecho de que un gas de cualquier otro origen pueda tener un sobreprecio de entre el 20% y el 30%.

Los costes de la electricidad en la pequeña y abierta economía de Bulgaria han aumentado desde el otoño, lo que ha llevado a su Gobierno a congelar los precios para hogares y ofrecer una compensación a las empresas.

El aumento de los precios de la energía y los alimentos elevó la inflación en Bulgaria al 12,4% anual en marzo, su nivel más alto desde julio de 2008. El Gobierno búlgaro ha dicho que tiene previsto proponer una serie de medidas para aliviar las presiones inflacionistas a finales de este mes.

"Una de las medidas que el gabinete pondrá en marcha la semana que viene es solicitar a la UE una exención de los impuestos especiales sobre la electricidad y el gas natural", dijo el Gobierno búlgaro en un comunicado.

Las principales organizaciones empresariales búlgaras, preocupadas por las nuevas subidas del precio del gas, han pedido al Gobierno que busque la forma de reanudar las conversaciones con el proveedor de gas ruso Gazprom y amplíe las compensaciones por la subida del precio de la electricidad.

Las empresas de transporte han amenazado con protestas a nivel nacional, exigiendo al Gobierno que reduzca a la mitad el impuesto de excusión sobre los combustibles, entre otras medidas que podrían reducir los precios de los mismos.

Sofía también ha pedido exenciones del embargo previsto por la Unión Europea sobre el petróleo ruso, ya que su principal proveedor de combustible, la refinería LUKOIL Neftochim Burgas, procesa crudo ruso, si bien no se le han ofrecido concesiones, según una fuente del bloque.

(Reporte de Tsvetelia Tsolova; edición de Jason Neely; traducción de Darío Fernández)