La invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero hizo que Estados Unidos y sus aliados impusieran a Rusia las sanciones más severas de la historia moderna.

Moscú ha advertido que responderá con la misma moneda y la semana pasada su exportador de gas, Gazprom, cortó el suministro a Bulgaria y Polonia por negarse a pagar en rublos, con lo que los precios del gas se disparan ante el temor de que más estados puedan verse afectados.

"Nuestros países, todos juntos, están preparados para asumir un nuevo papel crucial en el nuevo mapa energético de Europa", dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en un acto para marcar el inicio de la puesta en marcha de la unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU) en Alexandroupolis.

"Los recientes chantajes de Moscú sobre el gas natural hacen que esta cooperación no sólo sea necesaria sino urgente".

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y los líderes de Bulgaria, Serbia y Macedonia del Norte asistieron a la ceremonia.

Grecia suministra gas a Bulgaria desde que le fue cortado por Rusia.

"El chantaje económico del Kremlin contra mi país y la Unión Europea no tendrá éxito, porque nos opondremos a él y el acto de hoy es una prueba de ello", declaró el primer ministro búlgaro, Kiril Petkov.

Se espera que la nueva FSRU, que estará anclada a unos 18 kilómetros (11 millas) del puerto de Alexandroupolis y transportará el gas a la costa a través de una tubería de 28 kilómetros de longitud, comience a funcionar a finales de 2023.

Podrá regasificar 5.500 millones de metros cúbicos (bcm) de GNL al año y almacenar 153.500 metros cúbicos.

Grecia cuenta con una terminal de GNL frente a Atenas. Con la nueva terminal de Alexandroupolis y otros proyectos en curso, podría triplicar su capacidad de regasificación para finales de 2023, dijo Mitsotakis.

La terminal de Alexandroupolis será construida por Gastrade, propiedad de la familia griega Copelouzos, con un coste de 360 millones de euros (378 millones de dólares).

La empresa griega de gas DEPA, la búlgara Bulgartransgaz y el operador griego de gas DESFA también participan en el proyecto, que complementará un nuevo enlace de gas entre la ciudad griega de Komotini y la búlgara de Stara Zagora, el llamado Interconector Grecia Bulgaria (IGB), que se espera que entre en funcionamiento a finales de este año.

(1 dólar = 0,9513 euros)