La empresa registró unas ventas al por menor de 12.256 unidades, frente a las 11.640 anteriores, y un aumento del 37% en la entrada de pedidos en comparación con el año anterior.
Polestar también anunció un cambio en su forma de informar, diciendo que informaría de las ventas al por menor basándose en los coches entregados a los clientes finales, no a partir de cuando se facturan, para alinearse mejor con las normas del sector.
La mejora de los resultados se produce a pesar del empeoramiento de las condiciones del mercado, que han golpeado con especial dureza a las empresas emergentes de vehículos eléctricos como Polestar.
El sector ha estado lidiando con una ralentización de la demanda de coches eléctricos, la presión para recortar los precios en medio de una guerra de precios desatada por Tesla (TSLA.O), y los aranceles impuestos por la UE y EE.UU. a los coches producidos en China.
Polestar también se ha enfrentado a dolores de cabeza operativos, encontrando problemas y retrasos en sus informes financieros trimestrales y luchando por gestionar sus costes.
Ha estado intentando dar un giro al negocio durante el último año, incluyendo una remodelación en la que sustituyó a su consejero delegado, al jefe de diseño, al presidente del consejo y nombró a un nuevo director financiero.
El nuevo consejero delegado, Michael Lohscheller, inició una revisión estratégica poco después de asumir el cargo en octubre y tiene previsto presentar una actualización del negocio y la estrategia el 16 de enero.
Polestar también presentará sus resultados del tercer trimestre en esa fecha.
"Los cambios que se están introduciendo en nuestras operaciones comerciales están teniendo claramente un impacto positivo", declaró Lohscheller el jueves en relación con las mejoras en la entrada de pedidos.
Polestar, que se comercializa como un fabricante de automóviles eléctricos de lujo, tiene como objetivo alcanzar el punto de equilibrio de tesorería a finales de este año.