Además, los principales mercados de Prada demostraron un crecimiento robusto en Europa (18%) y la región Asia-Pacífico (12%). Por su parte, Japón exhibió un crecimiento excepcional, disparándose las ventas un 53% interanual, hasta los 466 millones EUR, impulsadas por un sólido consumo local y el flujo de turistas. Tras esta actualización, el precio de las acciones de Prada reaccionó positivamente, subiendo un 8% al día siguiente y acumulando una subida de más del 11% desde el anuncio.

Fundada en 1913 y con sede en Milán, Prada es una compañía líder mundial en moda de lujo que cotiza en la Bolsa de Valores de Hong Kong. Prada opera a través de tres segmentos principales: ventas al por menor (90% de los ingresos del tercer trimestre del ejercicio 2024), venta al por mayor (8%) y regalías (2%). Su cartera de marcas está liderada por Prada (74% de las ventas), Miu Miu (25%) y Church’s (1%), entre otras. Con 26 fábricas propias y más de 14.000 empleados, la compañía opera en 70 países con 593 tiendas gestionadas directamente, complementadas por canales de comercio electrónico. En términos de distribución regional, Asia-Pacífico representó el 33% de las ventas minoristas de Prada, seguida de Europa (32%), América (17%), Japón (14%) y Oriente Medio (4%).

Prada supera al sector de bienes de lujo

Prada opera en el sector de artículos de lujo, especializado en moda de alta gama, marroquinería, calzado y accesorios ofrecidos a precios altos. El mercado mundial de artículos de lujo ha experimentado un crecimiento constante a lo largo de los años, impulsado por el aumento de la renta disponible, la expansión de la clase media en los mercados emergentes y la creciente demanda de productos de primera calidad. Con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de aproximadamente el 4-5% en los últimos años, el valor del mercado alcanzará los 353.000 millones EUR en 2022. A pesar de la resistencia del sector, 2024 resultó ser un año difícil, marcado por un descenso del 2% en las ventas globales, que ascendieron a 363.000 millones EUR. Sin embargo, Prada se distinguió por un impresionante crecimiento de los ingresos del 17%, alcanzando los 2.500 millones EUR en el primer semestre de 24 años. Esto refleja el enfoque estratégico en las ventas a precio completo, las iniciativas innovadoras y el énfasis en los mercados regionales.

Prada refuerza aún más su alcance en el mercado y la visibilidad de su marca mediante acuerdos de licencia. En particular, la empresa ha ampliado su asociación con Essilor Luxottica hasta diciembre de 2030. Esta colaboración implica la producción y distribución mundial de gafas con la marca Prada.

Fuerte recuperación tras la pandemia


Durante los últimos tres años, Prada ha demostrado una fuerte trayectoria de crecimiento, logrando una CAGR del 25%, 4.700 millones EUR en ingresos en 2023. Las ventas se recuperaron con fuerza en 2021, aumentando un 39% año tras año, seguido de una fuerte caída del 25% en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. La recuperación fue impulsada por un aumento en la demanda de los consumidores, particularmente en la región de Asia-Pacífico y canales digitales. El crecimiento de los ingresos de Prada fue además respaldado por una estrategia de precios y el éxito de marcas emblemáticas como Miu Miu. La rentabilidad del beneficio operativo tuvo un mejor desempeño durante el mismo tiempo, creciendo a una CAGR del 98% hasta 1.100 millones EUR en 2023, con un margen del 22,5%, aumentando desde el 5,6% en 2020, debido a eficiencias operativas y una gestión efectiva de los costes. Además, Prada generó un flujo de efectivo libre positivo y constante durante los últimos tres años de la mano de los beneficios. En consecuencia, mejoró su relación Deuda Neta/EBITDA a 1,1 veces en 2023, una reducción significativa desde las 3,18 veces de 2020.

Tendencias similares se han observado en sus pares europeos durante el mismo período, Moncler y Brunello Cucinelli. Los ingresos crecieron a una CAGR de más del 27 % en ambos casos, 29.800 millones EUR y 11.400 millones EUR, respectivamente. El beneficio operativo creció a una CAGR del 34% y 114%, 894 millones EUR y 602 millones EUR (margen del 30% y 17%, respectivamente).


Valoración atractiva y excelentes perspectivas


El precio de las acciones de Prada ha aumentado más del 45% en los últimos 12 meses. A pesar de esta considerable subida, la compañía actualmente cotiza a una ratio P/E de 24,1 veces, basada en el beneficio por acción (EPS) estimado para el ejercicio 2024 de 0,32 EUR. Esto es inferior a su promedio histórico de 3 años de 32,6 veces y al promedio global de sus pares, 33,9 veces. Además, está cotizando a un Valor de Empresa/Ingresos antes de Intereses e Impuestos (EV/EBIT) de 17,1 veces, también inferior a su promedio histórico de 3 años de 21,7 veces y al promedio de sus pares globales de 22,3 veces. De los 21 analistas que siguen la acción, 12 la han calificado como "Compra" y seis como "Rentabilidad superior". El precio objetivo promedio de 8,6 EUR indica un potencial de alza de alrededor del 11% desde el precio actual del mercado.

Los analistas proyectan que los ingresos de Prada crecerán a una CAGR del 11,5% durante los próximos tres años, superior al 5,5% de sus pares de Moncler (MONC) y al 11% de Brunello. De manera similar, los analistas esperan que Prada registre una CAGR de beneficio operativo del 14%, en comparación con el 4,5% de Moncler y el 12,5% de Brunello. Además, los analistas anticipan una expansión de 200 puntos básicos en los márgenes para Prada, alcanzando el 24% para el ejercicio 2026. Esto se compara con márgenes estables para Moncler en el 30% y solo una mejora de 70 puntos básicos en el margen de Brunello, alcanzando el 17% para el ejercicio 2026.

En general, la perspectiva positiva y los sólidos fundamentos de Prada la hacen interesante como inversión. Sin embargo, Prada afronta riesgos, entre otros las recesiones económicas, las fluctuaciones de las divisas, la intensa competencia, las interrupciones en la cadena de suministro y la dificultad que supone no perder comba en un mercado de lujo en constante cambio. Además, la marca debe hacer frente al cumplimiento normativo, las presiones de sostenibilidad, las tensiones geopolíticas y la necesidad de innovar mientras protege su reputación y estabilidad financiera.