La CNMC, como se conoce al regulador, dijo que encontró en 2021 algunas pruebas de que Telefónica no cumplió los compromisos que adquirió cuando compró el control de DTS a la empresa española de medios Prisa por 724,6 millones de euros (769,6 millones de dólares).

Para que se aprobara la adquisición, Telefónica se comprometió, como parte de una serie de condiciones, a abstenerse de obstaculizar el cambio de sus clientes de televisión de pago a otros operadores durante al menos cinco años para garantizar la competencia, lo que se prorrogó en 2020 por otros tres años, según la CNMC.

Un portavoz de Telefónica no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El regulador mencionó el alquiler barato de teléfonos móviles y las ofertas de abonos de tres años como posibles infracciones.

El acuerdo con DTS formaba parte de la estrategia de los operadores de telecomunicaciones en aquel momento de agrupar las ofertas a los clientes, incluyendo la televisión por cable, la telefonía móvil, los servicios de Internet y la telefonía fija.

La CNMC dispone de tres meses para investigar y tomar una decisión sobre el caso.

En septiembre, la CNMC multó a Telefónica con 5 millones de euros por no facilitar entre 2015 y 2022 información "oportuna, correcta y completa" tras la adquisición de DTS.

(1 dólar = 0,9415 euros)