El Grupo Reckitt Benckiser dijo el miércoles que había iniciado un proceso destinado a transferir la propiedad de su negocio en Rusia, convirtiéndose en el primer gran fabricante de bienes personales en hacerlo tras la invasión del país a Ucrania.

El fabricante de preservativos Durex, pastillas para la garganta Strepsils y productos de limpieza Lysol dijo que su decisión podría incluir una transferencia a un tercero o a sus empleados locales.

"Trabajaremos estrechamente con nuestros colegas en Rusia sobre los detalles de las diversas opciones disponibles para asegurar un proceso ordenado", dijo Reckitt en un comunicado.

"Haremos todo lo posible para garantizar el empleo continuo de esos colegas en cualquier nueva estructura y nos comprometemos a pagar sus salarios y beneficios mensuales hasta finales de 2022", añadió.

La empresa, que tiene unos 1.300 trabajadores en Rusia, ha seguido suministrando al país productos básicos de salud e higiene.

Reckitt había dicho previamente que no estaba ganando dinero en Rusia, y que había detenido toda la publicidad, promoción y patrocinio en el país, así como congelado las inversiones de capital allí.

Las empresas de consumo, desde Nestlé hasta Procter & Gamble, se han visto sometidas a una enorme presión por parte de consumidores, empleados, grupos activistas y políticos, incluido el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, por su presencia en Rusia.

Es el último de una serie de males para los fabricantes de todo tipo de productos, desde cereales hasta jabón, que también están luchando contra la inflación de los costes, el rechazo a los precios por parte de los minoristas y las interrupciones en la cadena de suministro.

Reckitt no detalló el impacto financiero de su decisión. Tiene una fábrica en Rusia, y el país representa aproximadamente el 2% de sus ventas.

El fabricante de cigarrillos Camel y Lucky Strike, British American Tobacco Plc, dijo el mes pasado que saldría de Rusia y se vio obligado a recortar sus previsiones para el año fiscal 2022 como resultado.

Como parte de su salida, British American Tobacco está en conversaciones avanzadas para transferir su negocio ruso a su distribuidor local, SNS Group of Companies, después de que Moscú sugiriera que podría nacionalizar los activos de las empresas extranjeras que abandonaran el país.

Más de 600 empresas se han retirado de Rusia de alguna manera desde que Rusia lanzó lo que llama una "operación militar especial" en Ucrania el 24 de febrero, dejando atrás activos que habían valido cientos de miles de millones de dólares en total.

Pero la respuesta de la industria de bienes de consumo ha sido más matizada, ya que muchas empresas afirman que una retirada total podría privar a los rusos de a pie de productos esenciales como alimentos para bebés y medicamentos.

Nestlé, el mayor fabricante de alimentos del mundo, dijo el mes pasado que suspendía las ventas de la "gran mayoría" de sus productos en Rusia, incluidas las barritas de chocolate KitKat y la mezcla para bebidas Nesquik.

Mientras tanto, Unilever, el fabricante de jabón Dove, detendrá las importaciones y exportaciones hacia y desde Rusia, mientras que P&G, el fabricante de detergente Tide, ha detenido las nuevas inversiones de capital en el país y sólo está suministrando bienes esenciales. (Reportaje de Richa Naidu; Edición de Kirsten Donovan)