TOKIO, 27 abr (Reuters) - El Banco Central de Japón mantuvo el martes su masivo programa de estímulos y pronosticó que la inflación no alcanzará su objetivo del 2% en los próximos años, ya que las nuevas restricciones para combatir el aumento de los casos de COVID-19 eclipsan el impulso al crecimiento de la sólida demanda mundial.

El Banco de Japón también advirtió sobre la "gran incertidumbre" que existe en torno a la posibilidad de que la pandemia afecte al crecimiento económico, lo que indica que está dispuesto a mantener abierto el grifo del dinero en el futuro inmediato.

La semana pasada, Japón declaró un tercer estado de emergencia de dos semanas para Tokio, Osaka y otras dos prefecturas con el fin de contener la pandemia, enturbiando las perspectivas de una frágil recuperación económica.

En un informe trimestral publicado tras su revisión de los tipos del martes, el Banco de Japón revisó ligeramente al alza su previsión de crecimiento y se mantuvo en su opinión de que la tercera economía del mundo se recuperará gracias a la fuerte demanda de Estados Unidos y China, que apuntala las exportaciones.

Pero el banco recortó su previsión de precios para este año y predijo por primera vez que la inflación se mantendrá muy por debajo de su objetivo del 2% más allá del mandato del actual gobernador Haruhiko Kuroda, que termina a principios de 2023.

"Es probable que la economía japonesa se recupere, aunque el nivel de actividad será menor que antes de la propagación de la pandemia, principalmente para los sectores que ofrecen servicios presenciales", dijo el BOJ en su informe.

"Adoptaremos sin vacilar medidas adicionales de flexibilización monetaria según sea necesario, vigilando de cerca el impacto de la pandemia", añadió.

REBAJA POR LAS TARIFAS MÓVILES

Como se esperaba, el Banco de Japón mantuvo su objetivo de tipos de interés a corto plazo en el -0,1% y el de la rentabilidad de los bonos a 10 años en torno al 0%.

Los mercados se centraban en la sesión informativa de Kuroda que posterior a la reunión del organismo para conocer su opinión sobre cómo podría afectar estado de emergencia a la economía japonesa y a las perspectivas de los precios.

"Lo que es destacable es la cautelosa perspectiva de precios del BOJ hasta el año fiscal 2023", dijo Takashi Miwa, economista jefe de Nomura Securities.

"Sugiere que el Banco de Japón no tendrá más remedio que continuar con su política monetaria ultralaxa incluso después de que termine el actual mandato de Kuroda".

El Banco de Japón recortó su previsión de inflación subyacente de para el año fiscal que comenzó en abril al 0,1% desde la del 0,5% de enero.

El recorte respondió en gran medida al efecto de los recortes de las tarifas de los teléfonos móviles, dijo el Banco de Japón. Si se excluyen estos factores transitorios, la precios al consumidor se mueve con "firmeza", añadió.

"Aunque llevará tiempo, la inflación aumentará gradualmente hacia el objetivo del Banco de Japón", dijo el informe.

El banco central prevé que la inflación se acelere hasta el 0,8% en el año fiscal 2022 y el 1,0% al año siguiente, según el informe.

Los mercados esperaban en gran medida que el Banco de Japón mantuviera su política monetaria sin cambios, después de que en marzo llevara a cabo una revisión de sus herramientas para hacerlas lo suficientemente sostenibles como para capear una previsible batalla prolongada para disparar la inflación.

Ocho años de intentos de estímulo por parte de Kuroda no han conseguido disparar la inflación hasta su objetivo del 2%. Los precios al consumidor básicos de Japón cayeron por octavo mes consecutivo en marzo, ya que el golpe de la pandemia pesó sobre el consumo y los salarios.

(Reporte de Leika Kihara, Daniel Leussink y Tetsushi Kajimoto; Edición de Sam Holmes; Traducido por Darío Fernández)