La medida se produce cuando el Gobierno nacionalista del primer ministro Viktor Orbán se prepara para las elecciones del próximo año, en las que se enfrenta al mayor desafío desde que volvió al poder en 2010.
Según los términos del plan, la empresa estatal N7 Holding, que posee participaciones en nueve empresas de la industria de defensa, transferirá la propiedad de los activos a una filial de nueva creación, N7 Defence Zrt.
A continuación, la filial de 4iG, 4iG SDT, comprará una participación mayoritaria del 75 % más un voto en N7 Defence Zrt. El resto de las acciones seguirán siendo propiedad del Gobierno húngaro.
El Gobierno ha estimado que la venta podría alcanzar un valor de hasta 82 800 millones de forints (238,4 millones de dólares).
El acuerdo incluye la participación del Gobierno en la filial húngara del contratista de defensa alemán Rheinmetall, la fábrica de Airbus Helicopters y una fábrica de armas de fuego.
Hungría anunció en 2017 un programa para modernizar y rearmar su ejército. Desde entonces, ha comprado tanques, helicópteros y sistemas de defensa aérea, y ha invitado a empresas extranjeras a invertir y establecer plantas de fabricación en su territorio.
La alemana Rheinmetall comenzó la producción de su nuevo vehículo de combate de infantería Lynx en Hungría en 2023.
Hungría es un Estado miembro de la OTAN que comparte frontera con Ucrania, donde la invasión rusa de febrero de 2022 desencadenó la guerra más sangrienta en suelo europeo en más de 70 años.
En los últimos años, 4iG se ha convertido en el grupo dominante en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación en Hungría gracias a adquisiciones, lucrativos contratos estatales y un crecimiento orgánico.
Su director general, Gellert Jaszai, acompañó a Orbán a Mar-a-Lago en diciembre de 2024, donde, según su página de LinkedIn, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y con Elon Musk.
El precio de las acciones de 4iG subió un 6,4 % a las 07:22 GMT del jueves.
El líder de la oposición, Peter Magyar, afirmó en un comunicado que el plan de privatización era «equivalente a una traición» e instó al Gobierno a detener la transacción. Según varias encuestas, el partido de centro-derecha Tisza, de Magyar, está por delante del Fidesz de Orbán.
(1 dólar = 347,32 florines) (Información de Anita Komuves; edición de Jan Harvey)