Rio Tinto, que hasta ahora obtenía la mayor parte de sus beneficios de explotación de sus actividades de extracción de mineral de hierro, apuesta ahora fuerte por el cobre. Un ejemplo es el megaproyecto que está desarrollando en Mongolia, en el que ya ha invertido 15.000 millones de dólares.
Varias previsiones indican que la demanda mundial de cobre se duplicará en los próximos quince años, como consecuencia de la transición energética. Esto debería contribuir a reequilibrar una cartera de proyectos que sigue dependiendo demasiado del mineral de hierro.
En general, el grupo se ha reestructurado bien en el último ciclo de diez años. El ciclo anterior, 2005-2015, fue complicado, entre otras cosas porque Rio Tinto había capeado la gran crisis financiera de 2008-2009 con un balance demasiado frágil.
Sus resultados económicos han mejorado desde 2015, con una mayor rentabilidad del capital y una base de capital mucho más sólida. Esto le ha permitido duplicar el flujo de caja libre "Free Cash Flow" y reorientarlo hacia retornos de capital a los accionistas.
En este sentido, desde la crisis de 2008-2009, el sacrosanto dividendo sólo se ha reducido en dos ocasiones: en 2016, en un sector de materias primas devastado en su conjunto, y este año, tras una cosecha de 2022 fuera de lo común en todos los aspectos.
Valorada principalmente por su dividendo, la acción de Rio Tinto ofrece actualmente una rentabilidad del 6,5%, justo en su media de diez años. Se trata de un techo que la acción toca a menudo, para volver a caer a una rentabilidad del 5% y luego rebotar de nuevo al alza.
Queda por ver cómo reaccionará el mercado al aumento previsto de las inversiones anunciado ayer en el informe trimestral del grupo. El presupuesto anual aumentará de 7.000 a 10.000 millones de dólares, la mitad de los cuales se destinarán a iniciativas de descarbonización, una iniciativa bienvenida sobre el papel, pero que habrá que monetizar adecuadamente.
Rio Tinto plc es uno de los líderes mundiales en investigación, prospección y explotación minera. Las ventas netas se desglosan por familias de productos de la siguiente manera - mineral de hierro (59%): 283,2 Mt producidas en 2022; - aluminio, alúmina y bauxita (24,9%): 54,6 Mt de bauxita, 7,5 Mt de alúmina y 3 Mt de aluminio producidos; - cobre (5,8%) : 521,1 Kt producidas; - minerales industriales (4,8%): pigmentos de dióxido de titanio (1.200 Kt producidas), boratos (532 Kt producidas) y sales (5,7 Mt producidas); - diamantes (1,5%) : 4,7 millones de quilates producidos; - oro (1%) : 235.000 onzas producidas; - otros (3%): uranio, plata, zinc y molibdeno. Las ventas netas se distribuyen geográficamente del siguiente modo: Reino Unido (0,3%), Europa (6,5%), China (54,3%), Japón (7,4%), Asia (7,1%), Estados Unidos (15,9%), Canadá (3,1%), Australia (1,9%) y otros (3,5%).