Por David Winning y Rebecca Elliott 
  THE WALL STREET JOURNAL 
 

Hace una década, Australia contaba con siete refinerías. Ahora tiene cuatro y dentro de poco sólo quedará una.

La pandemia del Covid-19 está acelerando una serie de cierres de refinerías en las economías más ricas del mundo. Las compañías, desde el gigante energético Royal Dutch Shell PLC a la empresa australiana de combustibles Ampol Ltd., están cerrando instalaciones o considerando hacerlo en un contexto de anémica demanda de combustibles y de creciente competencia de instalaciones más nuevas y eficientes en Asia y Oriente Próximo.

Un total de 11 refinerías desde Estados Unidos a Japón comunicaron este año su intención de cerrar. Tres de ellas anunciaron cierres parciales, y al menos otras cinco corren el riesgo de lo mismo, según la firma IHS Markit.

Esta tendencia se debe a un cambio mundial en el poder de producción de combustible que se aleja de los países más ricos, donde la demanda está en declive a largo plazo y hay muchas refinerías más antiguas y pequeñas. Las instalaciones más nuevas y más grandes en países como China suelen poder producir combustible a precios más bajos, al beneficiarse de los crecientes mercados regionales y enviar sus productos al extranjero.

Más de 1,7 millones de barriles al día de capacidad de refino en países como Estados Unidos y Japón han desaparecido o están a punto de hacerlo en 2020 y 2021, al tiempo que China, India y Oriente Próximo añaden más de 2,2 millones de barriles diarios de capacidad de fabricación de combustible, según la Agencia Internacional de la Energía.

En comparación, se cerró 2,2 millones de barriles al día de capacidad de refino entre 2009 y 2011, tras la recesión de 2007-2009, según IHS Markit.

Y en ningún lugar es más evidente ese cambio que en Australia, donde la refinería de BP PLC está a punto de cerrar el año próximo y otras dos están bajo revisión para posiblemente poner fin a sus actividades, lo que suscita temores sobre el suministro de energía. En 2018, los combustibles refinados a nivel nacional satisfacían sólo el 40% de la demanda en Australia, que depende cada vez más de las importaciones.

El otrora poderoso sector de la refinación de Australia está ahora pidiendo ayuda financiera al Gobierno, como ya lo han hecho las aerolíneas y los hoteles en partes del mundo.

La pandemia ha sido muy destructora para las refinerías, que han visto los márgenes que generan de convertir crudo en combustible caer a niveles mínimos de más de una década durante el tercer trimestre, según la AIE.

Antes de la pandemia de coronavirus, IHS Markit preveía que el apetito mundial de productos refinados tocaría techo cerca de 94,5 millones de barriles al día a mediados de 2030. Ahora, cree que la demanda alcanzará máximos en 91 millones de barriles diarios, dado que la gente trabaja desde casa y viaja menos.

En Estados Unidos, media docena de refinerías han dicho desde que comenzó la pandemia que tienen previsto cerrar al menos parte de sus instalaciones, según IHS Markit. En muchos casos, sus propietarios prevén remodelar las plantas para producir biocombustibles a partir de productos como la grasa animal o el aceite vegetal al anticipar que un endurecimiento de la regulación gubernamental aumentará el mercado de combustibles más ecológicos.

Marathon Petroleum Corp., por ejemplo, cerró dos refinerías esta primavera, lo que llevó al despido de más de 800 empleados.

La amenaza de cierres ha enfadado a los sindicatos y alentado al Gobierno de Australia a considerar proporcionar ayuda financiera.

Sushant Gupta, director de análisis de la consultoría de energía Wood Mackenzie, dijo que el Gobierno de Australia podría tener que "invertir enormes cantidades para lograr que sus refinerías sean competitivas", incluido el compromiso de comprar determinada cantidad de combustible a un precio acordado.

"El desafío de la cadena de combustible en Australia se alargará y alargará" si el país se vuelve totalmente dependiente de las importaciones de combustible, agregó.

-Escriba a David Winning a david.winning@wsj.com y a Rebecca Elliott a rebecca.elliott@wsj.com

Versión española de Noelia Urra noelia.urra-calzada@wsj.com

Editado por MVP

(END) Dow Jones Newswires

December 07, 2020 08:49 ET (13:49 GMT)